La medida dispuesta por EE.UU. aumenta el riesgo de una recesión mundial que afecte la demanda y los precios del crudo y de los commodities agrícolas.
En plena temporada de preocupación sobre las reservas del Banco Central y el próximo régimen cambiario, la llegada de dólares por la cosecha de soja y las exportaciones de energía son clave para aportar divisas y despejar las dudas entre los inversores y analistas.
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Desde la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) resaltaron que en el primer bimestre la balanza comercial energética registró un superávit de US$1321 millones, un 35% más que en el mismo período de 2024. En la misma línea, anticiparon que a fin de año el superávit energético podría trepar a US$7500 millones.
Sin embargo, la nueva situación internacional que propició Donald Trump al imponer un arancel global de al menos 10% sobre todos los productos que ingresan a Estados Unidos siembra dudas sobre el aporte de dólares que tendrá la balanza energética este año.
Precisamente, de la mano de las obras que incrementaron la capacidad de exportación ese yacimiento no convencional, como el oleoducto que une Río Negro con Bahía Blanca, se esperaba una mayor contribución de dólares del sector energético en 2025.
“Cualquier estimación de menor ingreso de divisas a futuro no sería una buena noticia, más aún en una economía que todavía tiene reservas netas negativas. Un menor superávit de la balanza energética (como, por ejemplo, menor precio del petróleo por menor actividad global) podría sumar tensiones a futuro si el período de incertidumbre global y local se mantienen”, estimó Natacha Izquierdo, directora de Operaciones de ABECEB.