De apellido Domínguez, la señalada por la Justicia es investigada por dos estafas que le permitieron hacerse de una suma cercana a los seis millones de pesos.
La fiscal Eugenia Callegaris imputó e indagó a una falsa abogada, sospechada de pergeñar al menos dos estafas con un perjuicio cercano a los $ 6.000.000.
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Así lo dispuso la funcionaria, al abrir un proceso en contra de Gabriela Domínguez por presunta "usurpación de título y estafa", en base a dos denuncias.
Todo se precipitó el viernes 21 de febrero. Los abogados Laura Argañaraz y Leandro Jiménez denunciaron a Gabriela Domínguez, enrostrándole cargos por supuesta "estafa, defraudación y usurpación de títulos y honores".
Los abogados sostienen que la presunta "falsa letrada" prometía secuestro de un vehículo y audiencias favorables y habría involucrado a otras abogadas. En el escrito, los letrados representan a una comerciante de apellido Sanso, de 43 años, quien denunció a Domínguez una "estafa superior al $ 1.500.000".
Con antelación, en el año 2019, tres propietarios de una peluquería canina, representados por Carlos Ríos López, ya habían denunciado a Domínguez, "quien en ese momento se hacía pasar por contadora", subrayó el abogado.
"Domínguez ofrecía darles de alta a sus clientes en los impuestos nacionales (monotributo): llevarles la contabilidad de su negocio e inclusive, iniciarles los trámites para un crédito hipotecario. Cobraba honorarios por todo y jamás hizo nada", afirmó el abogado.
"Nuestros asistidos fueron Exequiel Nazareno Cáceres y Pablo Esteban Argañarás, quienes perdieron casi $ 4.500.000. Nuestro tercer cliente se reserva su identidad", aclaró Ríos López.
Un mes después de analizar la documentación, Callegaris imputó a Domínguez y el jueves le tomó declaración indagatoria. La joven fue representada por los abogados Agostina Páez y Javier Leiva. El fuerte del pleito legal girará ahora en la vía civil, ya que los damnificados quieren reencontrarse con su dinero, enfatizó un vocero.