El presidente de Estados Unidos trabaja "sin pausa" para bajar la tensión en Oriente Medio. Israel se prepara "para todos los escenarios" tras las amenazas de Teherán por el asesinato del líder de Hamas.
Estados Unidos trabaja "día y noche" para evitar una escalada militar en Oriente Medio y la comunidad internacional intensifica las maniobras diplomáticas para que el conflicto entre Israel y Hamas en Gaza no se extienda a la región.
Los israelíes vivían este martes bajo un pesado clima de tensión tras las amenazas de Irán de responder tras el asesinato del líder de Hamas Ismail Haniyeh en Teherán, la semana pasada, del que el grupo ultraislámico y las autoridades del país persa acusan a Israel.
Durante una reunión de emergencia el lunes en la Casa Blanca, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, mandó un mensaje de contención.
"Estamos inmersos en una intensa diplomacia día y noche con un mensaje muy simple: todos los protagonistas deben evitar la escalada", insistió.
El secretario de Estado estadounidense pidió una tregua en la Franja de Gaza, donde el movimiento extremista palestino Hamas e Israel libran una guerra desde el salvaje ataque del grupo terrorista en territorio israelí el 7 de octubre.
En respuesta, Israel prometió destruir Hamas, que gobierna Gaza, y lanzó una ofensiva contra el territorio palestino.El conflicto atizó las tensiones en la región entre Irán y sus aliados, por una parte, e Israel, por otra.
Estos enfrentamientos se intensificaron tras la muerte el 31 de julio en Teherán del jefe político de Hamas, Ismail Haniyeh, y del jefe militar del Hezbollah libanés, Fuad Shukr, unas horas antes en Beirut.
Israel reivindicó el ataque que mató a Shukr, a quien acusó del bombardeo que dejó 12 jóvenes drusos muertos en Majdal Shams el 27 de julio, en los Altos del Golán anexados por el Estado hebreo.
Las autoridades israelíes no comentaron en cambio el ataque que mató a Haniyeh. Pero Irán, Hamas y el Hezbollah libanés lo atribuyeron a Israel y prometieron responder.
La advertencia de Teherán
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, declaró el lunes que su país no busca "extender la guerra", pero que Israel "recibirá sin duda una respuesta a sus crímenes y a su arrogancia".
El líder del movimiento shiíta libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, tenía previsto hablar este martes, y ya adelantó el jueves que Israel había cruzado "las líneas rojas" y que una respuesta al bombardeo que mató a Shukr era "inevitable".
Tanto el movimiento islamista libanés como los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, abrieron frentes contra Israel desde que empezó la guerra en Gaza, en "apoyo" a los palestinos.
En la frontera entre Israel y Líbano, los intercambios de disparos son casi diarios. Cuatro combatientes del Hezbollah murieron el martes en un bombardeo israelí en el sur de Líbano, afirmó una fuente de seguridad libanesa a la AFP.
Enviados de EE.UU. a Oriente Medio
El ejército israelí anunció el lunes la llegada a su territorio del jefe del Mando Central de Estados Unidos para Oriente Medio (Centcom) para evaluar la situación de seguridad. Un emisario ruso llegó a su vez a Teherán.
La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) se reúne el miércoles por una petición de "Palestina e Irán" para llegar a "una posición islámica unificada" en la región, según un representante de la organización.
La comunidad internacional, entre tanto, intensifica sus maniobras diplomáticas. El presidente estadounidense, Joe Biden, habló el lunes por teléfono con el rey Abdalá II de Jordania.
Blinken conversó con el primer ministro de Qatar y con el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto. También habló con el primer ministro de Irak, ante la posibilidad de ataques de grupos armados iraquíes respaldados por Irán. Washington es el principal aliado de Israel.
El presidente francés, Emmanuel Macron, su homólogo emiratí Mohamed bin Zayed al Nahayane y el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán pidieron a su vez a "todos los actores" de Oriente Medio "responsabilidad y moderación".