El joven había logrado convertirse en el “pastelero estrella” de la semana, pero el desafío técnico le jugó una mala pasada.
Emiliano se sentía feliz de lucir su delantal de “pastelero estrella”. Y dijo que estaba dispuesto a todo con tal de volver a ganárselo el próximo domingo. Sin embargo, el joven no imaginaba lo que le depararía el desafío técnico de este martes en Bake Off Argentina. “Van a tener que hacer esta hermosa torta”, anunció Paula Chaves, mientras descubría un pastel de chocolate. Y todos se preguntaron: “¿Cuál sería la dificultad?”.
La preparación estaba compuesta por una combinación de cremoso de queso y cacao y cremoso de yogur y limón. Y, el secreto, radicaba en la gelatina y en la prolijidad a la hora de ir mechando igual cantidad de uno y otro, de manera alternativa, dentro del molde, para que formen líneas verticales. “Es tan sutil y compleja a la vista, como para el paladar”, indicó Dolli. Y, como para generar un poco más de susto en los participantes, Betular agregó: “Cuando el cliente la corte tiene que tener ese ‘wow’”.
Como era de esperar, a ninguno le resultó fácil cumplir con la consigna. Pero Emiliano se mostraba confiado: “Este delantal pesa, pero estoy poniéndole todo para el domingo volver a tenerlo”, aseguró el joven en el backstage. Sin embargo, minutos más tarde sufrió un percance, cuando se le resbaló la olla y se le terminó cayendo al suelo toda la preparación de cacao. Así que no le quedó más remedio que empezar de nuevo...
“Estoy sufriendo mucho”, dijo entonces el participante, sabiendo que no iba a llegar con el tiempo para presentar una torta digna. Entonces, embargado por el llanto, explicó que no se le había gelificado la preparación. De manera que, mientras todos sus compañeros iban por el baño de chocolate y la decoración, él seguía esperando que el frío hiciera su trabajo mientras secaba sus lágrimas.
Así las cosas, cuando quedaban apenas unos minutos para la presentación del plato, Emiliano sacó su torta del refrigerador dispuesto a no bajar los brazos. “Cuando desmoldo veo que el cremoso se empieza a caer para los costados y ya no lo puedo manipular”, explicó. Y agregó: “Lo tengo que presentar así, sin baño. Me angustia muchísimo”.
Después de explicarle al jurado lo que le había sucedido y asegurar que el bowl se le había caído “por los mismos nervios”, Emiliano se tranquilizó. “Quedé en el último puesto pero, ¡qué se le va a hacer! La cosa es así. Un día estás arriba, otro estás abajo. Mañana a darlo todo”, aseguró dejando en claro que seguirá peleando por consagrarse como el mejor del certamen.