La medida se produce en medio del acercamiento entre Donald Trump y Lula da Silva. El hijo menor del expresidente, Eduardo, lamentó la decisión.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos levantó este viernes las sanciones contra el juez de la corte suprema brasileña Alexandre de Moraes, relator en el juicio por golpe de Estado del expresidente Jair Bolsonaro, un aliado del presidente Donald Trump.
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De Moraes había sido sancionado en julio pasado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro, bajo la Ley Magnisky que busca castigar a quienes sean acusados de graves violaciones de derechos humanos o corrupción a gran escala.
En esa oportunidad, Estados Unidos acusó a De Moraes de "haber usado su posición para autorizar detenciones arbitrarias previas al juicio y suprimir la libertad de expresión". "Alexandre de Moraes se ha arrogado el papel de juez y parte en una cacería de brujas ilegal contra ciudadanos y empresas estadounidenses y brasileñas”, declaró por entonces el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Como parte del paquete de sanciones, la Administración Trump también revocó la visa del magistrado e impuso aranceles del 50% a Brasil, en el marco de la pelea con el gobierno de Lula da Silva por el juicio contra el expresidente Bolsonaro, a quien Trump considera un aliado.
Pero este viernes el Departamento del Tesoro retiró a De Moraes de la lista correspondiente a la Ley Magnisky.
La esposa del juez, Vivianne Barci y el estudio jurídico Lex, del que ella es socia, también fueron eliminados de la nómina de la OFAC.
Eduardo Bolsonaro, el hijo menor del expresidente que se había mudado a Estados Unidos en marzo para hacer lobby por su padre, lamentó la noticia.
"Recibimos con pesar la noticia de la reciente decisión anunciada por el gobierno estadounidense. Agradecemos el apoyo del presidente Trump a lo largo de este proceso y la atención que brindó a la grave crisis de libertades que afecta a Brasil", publicó Eduardo Bolsonaro en X.
"Esperamos sinceramente que la decisión del presidente DonaldTrump tenga éxito en la defensa de los intereses estratégicos del pueblo estadounidense, como es su deber. Por nuestra parte, seguiremos trabajando con firmeza y determinación para encontrar un camino que permita la liberación de nuestro país, durante el tiempo que sea necesario y a pesar de las circunstancias adversas", agrega el comunicado.
El Supremo Tribunal Federal condenó a Jair Bolsonaro a 27 años por su participación en un intento de golpe de Estado -similar al asalto al Capitolio, de 2021 cuando Joe Biden se preparaba para asumir la presidencia de Estados Unidos. Actualmente, el expresidente se encuentra encarcelado en una sala de la Superintendencia de la Policía Federal en Brasilia, luego de haber intentado romper la tobillera electrónica en su arresto domiciliario.
Ahora, De Moraes deberá decidir si le permite salir de prisión para realizarse unas cirugías vinculados a un cuadro de hipo crónico y una hernia inguinal unilateral.
El levantamiento de las sanciones contra De Moraes se produce en el contexto de acercamiento entre Trump y Lula. A comienzos de diciembre, los mandatarios tuvieron una conversación telefónica de 40 minutos en la que hablaron de la necesidad de coordinar esfuerzos entre los países de la región para combatir a los jefes de las bandas de traficantes de armas y de drogas y a los contrabandistas.
La llamada también se centró en las negociaciones comerciales entre ambos países, que discuten los aranceles especiales del 40 % impuestos por Washington a parte de las importaciones brasileñas.
Por otra parte, Lula se ha posicionado como un mediador entre el gobierno de Estados Unidos y el de Venezuela, en medio de la crisis en el Caribe.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, habló por teléfono la semana pasada con el venezolano Nicolás Maduro, admitieron este jueves fuentes oficiales. La conversación se produjo después de otra charla telefónica que Lula había tenido con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esta semana se dio a conocer una llamada entre Lula y Nicolás Maduro, la primera de este año. Según fuentes oficiales le dijeron a EFE, la llamada fue "rápida y cordial" y hablaron sobre "la paz en América Latina", aunque no ahondaron en el contenido de la conversación.
Lula se mostró preocupado por la presión militar de Estados Unidos en el Caribe y reiteró su disposición a ayudar, según O Globo.