Las negociaciones para un alto el fuego de 60 días que permita liberar a los rehenes que quedan en manos de los terroristas están en punto muerto. Crecen los llamados internacionales a un cese de la ofensiva, ante el riesgo de una "hambruna" en el enclave palestino.
Israel anunció este jueves que está examinando la respuesta de Hamas a una propuesta de tregua de 60 días en la Franja de Gaza, mientras sigue creciendo la presión de organizaciones internacionales por el hambre en el devastado enclave palestino.
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Desde el 6 de julio, los negociadores de ambos bandos mantienen conversaciones indirectas en Doha, en un intento por acordar una tregua que permita en un primer momento liberar a diez rehenes israelíes vivos, a cambio de un número indeterminado de palestinos presos en Israel.
Pero las negociaciones, que cuentan con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, se eternizan sin resultados por el momento, y cada parte acusa a la otra de enrocarse en sus demandas.
"Los mediadores han transmitido la respuesta de Hamas al equipo de negociación israelí, y está actualmente en evaluación", indicó un breve comunicado del despacho del primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu.
Según una fuente palestina cercana a las negociaciones, la respuesta incluye enmiendas a las modalidades de entrada de ayuda humanitaria, mapas de las zonas de las que el ejército israelí debería retirarse, y garantías sobre el fin definitivo de la guerra en curso desde octubre de 2023.
Los rehenes que todavía quedan en manos de Hamas fueron capturados por los terroristas que atacaron por sorpresa en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023. Ese día, en una incursión sin precedentes, mataron a más de 1.200 personas, entre ellas decenas de jóvenes que asistían a un festival de música electrónica.
Además, se llevaron 251 rehenes, incluidos chicos y bebés. De ellos, 49 siguen cautivos en Gaza, y al menos 27 estarían muertas, según el ejército israelí.
Israel sigue afirmando que su objetivo es destruir las capacidades militares y de gobierno del movimiento extremista palestino.
La ofensiva israelí lanzada en el enclave tras el salvaje ataque del 7 de octubre de 2023 ya dejó desde entonces más de 59.000 muertos, según las autoridades de Gaza, gobernada por Hamas, y desató un desastre humanitario que denuncian cada día organizaciones internacionales.
La mediación de Estados Unidos
Estados Unidos anunció que su enviado especial Steve Witkoff viajaba a Europa esta semana para mantener conversaciones sobre Gaza, y que luego podría ir a Oriente Medio.
El Departamento de Estado indicó que Witkoff emprende el viaje con "la firme esperanza de que logremos un nuevo alto el fuego, así como un corredor humanitario" que permita entregar la ayuda necesaria.
Tras imponer a Gaza un asedio total en octubre de 2023, Israel impuso de nuevo un bloqueo al enclave costero palestino a inicios de marzo, que aligeró en parte a fines de mayo.
Los más de dos millones de gazatíes sufren grandes dificultades para acceder a comida, medicamentos y combustible.
Hambre en la Franja
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó el miércoles que "gran parte" de la población de Gaza sufre hambre.
"No sé de qué otra forma se puede llamar a lo que sucede, si no es diciendo que hay gente muriéndose masivamente de hambre", declaró Tedros.
Para Francia, "el riesgo de hambruna" en Gaza es "resultado del bloqueo" impuesto por Israel.
El martes, un hospital de Gaza afirmó que 21 niños había muerto de hambre y desnutrición en las 72 horas previas.
"Mientras el asedio del gobierno israelí mata de hambre a la población de Gaza, personal humanitario se suma ahora a las mismas filas de alimentos, arriesgándose a que les disparen sólo para alimentar a sus familias", indicaron el miércoles 111 organizaciones, entre ellas Médicos Sin Fronteras (MSF), Save the Children y Oxfam, en un comunicado conjunto.
El gobierno israelí se defendió, diciendo que no es responsable de la penuria de alimentos.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, afirmó que "no hay una hambruna causada por Israel. Se trata de una escasez provocada por Hamas", que gobierna en Gaza y que según él impide el reparto de la ayuda y saquea una parte de la misma.
Hamas por su lado ha negado siempre tales acusaciones.