El pontífice salió al balcón del hospital para bendecir a la multitud y pronunciar algunas palabras.
Después de más de un mes de hospitalización debido a una neumonía bilateral, el papa Francisco apareció públicamente por primera vez desde la clínica Gemelli de Roma, poco antes de recibir el alta.
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El pontífice, de 88 años, levantó el pulgar y saludó a la multitud luego de ser trasladado en silla de ruedas al balcón que da a la entrada principal del hospital, donde cientos de personas se habían congregado en una soleada mañana de domingo. La multitud reaccionó con cánticos de “¡Viva el papa!” y “Papa Francesco”.
“¡Gracias a todos!”, expresó Francisco con voz débil ante un micrófono, mientras saludaba a los fieles reunidos bajo el balcón, antes de abandonar el hospital.
Poco después de asomarse a la ventana de su apartamento en el décimo piso del policlínico, donde pasó las últimas semanas, Francisco dejó el hospital en su primera aparición pública en persona. Salió para saludar y bendecir a los fieles tras una hospitalización marcada por dos crisis graves que pusieron su vida en peligro. Ahora regresa al Vaticano para un período de dos meses de descanso y convalecencia.
El médico personal de Francisco, el doctor Luigi Carbone, afirmó en una conferencia de prensa organizada apresuradamente el sábado por la noche que el papa debería poder retomar todas sus actividades normales, siempre que continúe el progreso lento y constante que ha mostrado hasta el momento.
Su regreso a casa, tras la hospitalización más larga de su papado de 12 años y la segunda más extensa en la historia reciente del papado, fue recibido con alivio tanto en el Vaticano como entre los fieles católicos, quienes han seguido con nerviosismo los 38 días de altibajos médicos, preocupados por su recuperación.
“Hoy siento una gran alegría”, expresó la doctora Rossella Russomando, médica de Salerno que estaba en el Gemelli ese domingo. “Es la demostración de que todas nuestras oraciones, todos los rosarios de todo el mundo, trajeron esta gracia”.
No se han hecho ajustes especiales en la Domus Santa Marta, el hotel del Vaticano junto a la basílica de San Pedro donde Francisco reside en una suite de dos habitaciones en el segundo piso. El papa tendrá acceso a oxígeno suplementario y atención médica las 24 horas, según sea necesario. Sin embargo, Carbone indicó que esperaba que Francisco necesitara cada vez menos asistencia para respirar a medida que sus pulmones se recuperen.
Aunque la infección por neumonía ha sido tratada con éxito, Francisco continuará con medicación oral durante algún tiempo para tratar la infección fúngica en sus pulmones y proseguirá con su fisioterapia respiratoria y física.
“Durante tres o cuatro días ha estado preguntando cuándo puede ir a casa, así que está muy feliz”, afirmó Carbone.