Se trata de un compuesto natural que tiene múltiples formas de aplicación. Su principal función es absorber la luz solar y transformarla en energía química a través del proceso de fotosíntesis.
Siempre estamos buscando maneras de nutrir nuestras plantas de manera más eficiente y sostenible. Si bien se conocen remedios caseros como el café y las cáscaras de huevo, pocos saben que la clorofila también puede convertirse en un aliado natural para mejorar el crecimiento de tus plantas.
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Conocida como el verdadero ‘oro verde’, la clorofila no solo es vital para las plantas, sino que también puede potenciar su desarrollo de manera sorprendente.
¿Qué es la clorofila?
La clorofila es un compuesto natural presente en todas las plantas verdes. Su función principal es absorber la luz solar y transformarla en energía química a través de la fotosíntesis. Este proceso es fundamental ya que permite que las plantas produzcan oxígeno y nutrientes esenciales.
Aunque la clorofila está naturalmente presente en las hojas y tallos de las plantas, su uso como suplemento para la jardinería está ganando popularidad debido a su capacidad para estimular el crecimiento y mejorar su estado.
Qué beneficios tiene la clorofila para las plantas
Este compuesto natural mejora la eficiencia de la fotosíntesis, permitiendo que las plantas conviertan más luz solar en energía y crezcan más rápido. También fortalece su sistema inmunológico, ayudándolas a resistir mejor a las plagas, fortaleciendo sus tejidos. Además, aumenta la producción de nutrientes, logrando que puedan producir más azúcares y carbohidratos, haciéndolas más fuertes y resistentes.
Por último, si tus plantas están debilitadas por falta de luz, clorosis (hojas amarillas) u otros factores, la clorofila puede ayudar a regenerarlas más rápidamente.
Cómo usar la clorofila en las plantas
Suplementos líquidos de clorofila: Podés encontrar extractos de clorofila en viveros o tiendas especializadas. Estos suplementos se diluyen en agua y se utilizan para regar o rociar las plantas, ayudándolas a absorber este pigmento directamente.
Preparación casera con residuos verdes: También podés elaborar un “té de clorofila” triturando hojas verdes (como espinacas, alfalfa o recortes de césped) en agua. Dejá reposar la mezcla por unas horas, filtra y usala como fertilizante líquido.
Las precauciones al usar clorofila
Aunque la clorofila es segura y natural, es importante usarla de manera equilibrada:
Evitá el exceso: Demasiada clorofila puede alterar el pH del suelo o generar acumulación de nutrientes que no son absorbidos por la planta.
Usá productos de calidad: Si comprás suplementos de clorofila, asegurate de que sean aptos para jardinería y no contengan aditivos químicos perjudiciales.
Combiná con otros métodos: Aunque la clorofila es beneficiosa, su efecto se potencia cuando se combina con prácticas básicas como un buen riego, luz solar adecuada y un suelo saludable.