El presidente estadounidense prometió llevar adelante la mayor campaña de deportaciones de migrantes en la historia del país con la expulsión masiva de millones de personas a sus países de origen.
En su segundo día en la presidencia, Donald Trump dio vía libre a las redadas de migrantes en lugares previamente considerados “protegidos” como escuelas, iglesias y hospitales.
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Lo hizo a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), que revocó una medida de Joe Biden que instruía a las autoridades migratorias a evitar redadas en estos lugares o cerca de ellos.
El Gobierno alega que la decisión “empodera” a los agentes de migración a “seguir las leyes” y capturar a los que llaman “criminales extranjeros”, según indicó un portavoz del organismo en un comunicado.
La medida se agrega a la emergencia nacional decretada en el límite con México, que le permitirá sellar la frontera y destinar más fondos a la deportación masiva de extranjeros.
El texto asegura además que hay “criminales” que se “esconden en las escuelas y las iglesias” de Estados Unidos para evitar ser arrestados.
Trump prometió llevar adelante la mayor campaña de deportaciones de migrantes en la historia del país con la expulsión masiva de millones de personas a sus países de origen.
La medida revocada hoy por el gobierno de Trump fue emitida por Biden en 2021. Prohibía a los agentes de migración llevar a cabo arrestos o redadas en algunos lugares sin aprobación de un superior. Entre los “sitios protegidos” se incluían los centros educativos, de salud, lugares de culto, albergues para víctimas de violencia doméstica, funerales, manifestaciones o centros de ayuda tras un desastre natural.
La idea de la medida, según el memorándum de 2021, era evitar que las personas extranjeras se muestren reacias a asistir a lugares donde se ofrezcan servicios esenciales.