La automatización de tareas y la pérdida de sentido en el trabajo son síntomas comunes cuando el descanso no forma parte de nuestra rutina.
Pasar largos periodos sin descanso puede llevar a un agotamiento que afecta nuestra creatividad, claridad mental y capacidad para resolver problemas. Según Eduardo Aguilera, psicólogo consultor del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST), Chile, “cuando no nos tomamos vacaciones, pueden aparecer efectos negativos en nuestra salud física y mental”. Esto incluye insomnio, fatiga constante y un aumento en los niveles de estrés.
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La automatización de tareas y la pérdida de sentido en el trabajo son síntomas comunes cuando el descanso no forma parte de nuestra rutina. “Muchas veces, vemos las vacaciones como un lujo, pero realmente son una necesidad”, afirma Tamara Sacal, psicóloga clínica de México.
Desconectarse de la rutina laboral tiene beneficios que van más allá del simple descanso. Según un estudio de la Edith Cowan University, publicado en la revista Tourism Management, el turismo puede reforzar la salud física y psicológica de formas sorprendentes.
Este conjunto de experiencias tiene un impacto terapéutico, equiparable a algunas formas de tratamiento psicológico.
Incluso los soldados romanos, conocidos por su estricta disciplina, entendían la importancia del descanso.
Disfrutaban de actividades como aguas termales, juegos de azar, cenas elaboradas y otros placeres que les permitían recuperar energías para ser más efectivos en combate.
“Ellos sabían que los soldados descansados serían más eficientes”, señala Aguilera.
Las vacaciones no solo alivian la fatiga mental, sino que también mejoran la salud general. Entre sus principales beneficios están:
En un entorno laboral que por lo general glorifica la productividad constante, recordar la importancia del descanso es crucial. Las vacaciones no solo son un momento para desconectar, sino también una inversión en nuestra salud física y mental.
Tomarse un tiempo para uno mismo no solo aumenta el bienestar, sino que también potencia la calidad del trabajo al regresar renovados. En definitiva, unas buenas vacaciones son la mejor receta para un cuerpo y mente saludables.