Pedro Pablo Perlaza, lateral derecho de 33 años, fue raptado en Esmeraldas, ciudad ubicada al noroeste del país y fronteriza con Colombia.
Pedro Pablo Perlaza, lateral derecho de Delfín y exintegrante de la Selección de Ecuador, fue secuestrado el lunes por la noche en Esmeraldas, una de las ciudades más peligrosas del país. Pese a la rápida intervención de la Policía Nacional, aún no se conoce el paradero del futbolista de 33 años.
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El hecho ocurrió en la zona conocida como 5 de Junio, donde Perlaza y su acompañante fueron interceptados en la intersección de las calles Malecón y Manuela Cañizares. Según testigos, una motocicleta les bloqueó el camino y, bajo amenazas, ambos fueron obligados a subir a un vehículo.
La denuncia fue realizada de inmediato por los familiares, y el caso generó gran repercusión mediática debido a la notoriedad de Perlaza en el fútbol ecuatoriano. Este secuestro se suma a la creciente ola de violencia que afecta al país, con altos índices de asesinatos, extorsiones y raptos.
El presidente Daniel Noboa ha catalogado la lucha contra el crimen organizado como un "conflicto armado interno" y se enfrenta a una crisis que tiene a las bandas delictivas como protagonistas. La situación de inseguridad deja diariamente un trágico saldo de víctimas.
Una figura destacada del fútbol ecuatoriano
Pedro Pablo Perlaza es un jugador muy querido en Ecuador. Con una carrera que incluye pasos por clubes de renombre como Liga de Quito, Independiente del Valle y Barcelona de Guayaquil, es considerado un histórico del fútbol nacional. Actualmente milita en Delfín, equipo al que regresó a mediados de este año tras un primer ciclo exitoso en 2020.
En noviembre de 2020, Perlaza tuvo su debut con la Selección de Ecuador en un partido memorable, cuando la Tri goleó 6-1 a Colombia por las Eliminatorias hacia el Mundial de Qatar. A lo largo de su trayectoria, disputó tres encuentros con el combinado nacional, consolidándose como un referente en su posición.
El secuestro del futbolista mantiene en vilo a todo el país. Mientras las fuerzas de seguridad continúan trabajando para localizarlo, la incertidumbre y preocupación entre sus familiares y seguidores no deja de crecer.