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Opinión y Actualidad

Cristina, sin Ficha Limpia y con su “plan platita” personal

“Como no me pueden pegar una piña, hacen lo que hicieron hoy en Comodoro Py”, dijo Cristina sobre la ratificación de su condena por corrupción, banalizando la violencia de género.

Hoy 09:03

Por Silvia Fesquet
Para Clarín

Con la misma celeridad con que el 14 de octubre de 2010 vetó la ley del 82% móvil para las jubilaciones, que acababa de aprobar el Congreso, Cristina Kirchner presentó un recurso ante la ANSeS para volver a cobrar su jubilación de privilegio y la pensión de Néstor Kirchner, que le quitaron por decisión del presidente Javier Milei después de que la Justicia ratificara la condena a seis años de prisión por corrupción en la causa Vialidad.

Por ambas, la ex vicepresidenta percibió este mes $ 35. 255.297,03, según se informó. Lo más impactante fue el dato de que pidió cobrar un plus de $ 6 millones por tener radicado su domicilio en Río Gallegos, zona desfavorable, cuando es público y notorio que vive desde hace décadas en la ciudad de Buenos Aires.

Es que, a pesar de despreciar a los porteños, y haber criticado en su momento el presupuesto que recibía la Capital, donde “hasta los helechos tienen luz y agua cuando tenemos gente en nuestras barriadas y en el Conurbano bonaerense 'chapaleando' agua y barro”, decidió inmolarse y habitar en el distrito, en el corazón de Recoleta primero, (muchos de sus vecinos debían formar parte de lo que ella consideraba “piquetes de la abundancia” en plena crisis con el campo) y en la zona sur después. Cristina ha hecho de la contradicción una constante.

Desesperada por recuperar sus millones previsionales, en el escrito ante la ANSeS reclamando por las jubilaciones perdidas, la compañera de fórmula de Alberto Fernández aduce que la quita del beneficio fue “un acto de persecución con fines de venganza, hostigamiento y partidismo”. Victimizarse es también una de sus costumbres.

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Cuando Casación ratificó el fallo en segunda instancia, su furibunda reacción fue sostener que “si por algo me castigan no solamente es por todo lo que hice sino porque soy mujer también. Como no se bancan que una mujer tenga razón y no me pueden pegar una piña, hacen lo que hicieron hoy en Comodoro Py”.

Otro argumento penoso. No fue magia, no es machismo, no es revancha: es corrupción. Si alguien ha hecho uso y abuso del poder, ha sido ella. ¿O nos olvidamos de los escraches por cadena nacional, como el que le hizo al “abuelito amarrete” que se quejaba porque no le permitían comprar 10 dólares para sus nietos? Si algo le faltaba a Cristina era banalizar, en su afán de ponerse en el rol de víctima, un tema gravísimo como es la violencia de género, que muy poco pareció desvelarla durante sus gestiones.

Un estudio global de la consultora Voices! estableció que, en nuestro país, cuatro de cada diez mujeres declara haber padecido algún tipo de violencia física o psicológica en los últimos doce meses, más del doble del promedio mundial. Argentina se ubica así en el top 2 del ranking de países con mayor proporción de mujeres señalándolo, sólo superado por Nigeria, y con tendencia ascendente. En la ONU, semanas atrás, Argentina fue el único país que votó en contra de una resolución para eliminar y prevenir la violencia contra las mujeres.

No es la única votación preocupante: la última semana, La Libertad Avanza y la oposición dialoguista no lograron el quórum en Diputados para tratar Ficha Limpia, la iniciativa que impide que condenados por corrupción en segunda instancia puedan presentarse a elecciones, lo que impacta en la ex vice. El kirchnerismo, obvio, se opone a la propuesta. Pero más rápido que ligero, el oficialista presidente de la Cámara, Martín Menem, dio por caída la sesión.

¿Otra vez la estrategia de mantener a Cristina como alternativa electoral, apostando a ganar con la polarización?

Aunque suene ingenuo, no estaría mal alguna vez hacer, simplemente, lo que se debe.