La situación de Curi es complicada debido a sus antecedentes. Enfrenta cargos por promoción y facilitación de la prostitución y suministro de estupefacientes en concurso real.
El domingo a las 6 la mañana la Justicia allanó la casa de Enrique Curi, en Avellaneda al 400. Al ingresar, encontraron en una habitación a Curi, en otra habitación, apareció Mónica Montesino, una mujer, de 36 años, con graves problemas de drogas y una histórica carrera trunca de psicología.
También descubrieron a Víctor Campolla y a Sebastián Flores semidesnudos, según informaron fuentes de la investigación. Y lo más delicado para el "cuarteto" detenido, hallaron a dos jóvenes con fuerte apego a las drogas, a la vez devenidas en supuestas víctimas de "fiestas o reuniones descontroladas, que incluían bebidas alcohólicas y sexo".
La fiscal Florencia Torres Cianferoni investiga hasta donde llegaban los excesos en estas fiestas sexuales, con claro dominio sobre la voluntad de las jóvenes, aún tratándose de mayores de edad.
"Promoción y facilitación de la prostitución y suministro de estupefacientes en concurso real", es el cargo. "El que promoviere o facilitare la prostitución de una persona será penado con prisión de cuatro (4) a seis (6) años, aunque mediare el consentimiento de la víctima", subrayan las normas legales.
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Pese al hermetismo, trascendió que los graves antecedentes devalúan cualquier pretensión excarcelatoria del "Gordo" Curi: detenido en 2014, 2019, por casos con un común denominador: la droga.
Cuatro años después, una joven de 23 años (una de las víctimas rescatadas) habría sido regida por las drogas y bajo la tutela del "Gordo". Desde el 31 de agosto estaba relacionada al sujeto y hasta habrían viajado juntos a Córdoba. El domingo fue una de las chicas halladas en lo de Curi. Literalmente, lucía "perdida por la droga", fue la definición tajante de los efectivos.
Las cuatro personas fueron cargadas a los patrulleros y trasladadas a distintas comisarías. El "Gordo" Curi fue alojado en el ala Nº 2 del Centro Único de Detenidos. Al parecer, con dificultades respiratorias, hasta la madrugada permaneció en el Hospital Regional.
Rápido, sus abogados, Martín Rojas y Ángel Sández, informaron a la Justicia que padece un "cuadro de adicción a las drogas que le genera un síndrome de abstinencia agudo, sumado a otras patologías coronarias que tornan vulnerable su salud".
Por ello, requirieron "con carácter urgente que sea examinado por un médico forense que determine su actual cuadro de salud atento a su historia clínica, y sea inmediatamente alojado en un centro de salud".
Un alto efectivo reveló que se realizarían nuevos allanamientos, ya que en la casa de Avellaneda al 400 secuestraron celulares, restos de drogas y dos jóvenes en estado calamitoso.
Sus familiares ya habían informado, con antelación, que al menos una quiso retirarse de la vivienda y que se lo impidieron. Es más, habría una comunicación elevada a la Seccional Primera. De allí, que la Fiscalía le apunta directo a un grupo de personas, habituadas a prostituir a chicas y proveerles drogas.
Desde ese cóctel explosivo, habrían acabado con su voluntad viciada, siempre según el cuadro que habrían encontrado los funcionarios, tras allanar la confortable propiedad, merced a allanamientos refrendados por los jueces Érika Casagrande y Gastón Merino.
Aunque la Fiscalía se muestra hermética, los expertos manifestaron que en el suministro de estupefacientes y las fiestas negras, radica el fuerte y medular de las conductas en pugna.
Por el contrario, los antecedentes del "Gordo" Curi parecerían "condenar" la estrategia de sus abogados, resueltos en presentarlo como un adulto con derecho a hacer lo que quiera puertas adentro, con otras personas todas adultas.
Sin embargo, la Fiscalía tendría otra perspectiva. Entendería que Curi explotaba justamente a chicas adictas, condición vital para ingresarlas en su casa, "ignorantes" del precio que debían pagar (con sus cuerpos) para saciar su adicción, siempre de acuerdo con fuentes de la investigación.
Los informes y procesos más testimonios indicarían que el individuo acostumbraba animar el sexo grupal, con chicas adictas y varios "amigos" saciando sus bajos instintos, a la vez.
Los unos y los otros se verán las caras este miércoles. Las indagatorias comenzarán a las 9 de la mañana. Lo que aún no se resolvió es presencial, o bien online.
Los abogados deslizaron que ninguno declarará, al menos hasta tanto conocer bien el tenor de la acusación.