Después de la polémica en el Ducó, desde el Xeneize también se manifestaron en contra de la actuación del árbitro, a quien notaron "sin conducción ni autoridad".
El empate entre Boca Juniors y Huracán por la Liga Profesional dejó más controversias que fútbol. El árbitro Hernán Mastrángelo fue el centro de las críticas tras una actuación cuestionada por ambas partes, en un partido cargado de incidentes y tensión.
La primera mitad del encuentro marcó el tono de la noche. Un episodio entre los suplentes de Boca y los hinchas de Huracán en la platea derivó en momentos de caos. Gary Medel, visiblemente enojado, protagonizó un cruce acalorado, mientras que Marcos Rojo recibió el impacto de una bolsa con agua en el pecho. La intervención policial y la demora en el reinicio del juego evidenciaron la falta de autoridad del árbitro para manejar la situación.
Desde el lado de Boca, apuntaron que el juez "perdió el control" del partido desde esos primeros incidentes y que no logró imponer orden en un contexto que se tornó cada vez más tenso.
El penal anulado y el reclamo final
El desenlace del partido estuvo marcado por la anulación de un penal originalmente cobrado por Mastrángelo, tras considerar una supuesta falta de Marcelo Saracchi sobre Walter Mazzanti. Sin embargo, tras revisar la jugada, el árbitro retrocedió en su decisión, entendiendo que Mazzanti había cometido una infracción previa sobre el arquero Sergio Romero.
En Huracán, la decisión despertó enojo y derivó en un tenso episodio al final del encuentro. Directivos del Globo se dirigieron a la zona de vestuarios entre gritos y empujones, aumentando la tensión en una noche que ya había estado marcada por la polémica.
Por su parte, desde el Xeneize, aunque reconocieron que la anulación del penal fue correcta, consideraron que Mastrángelo "no estuvo a la altura" y que su manejo general del partido fue deficiente.