El estado otorga 19 electores, el mayor número de los siete que definirán quién es el próximo presidente. En 2020, Joe Biden ganó en este distrito por apenas 81.000 votos.
Pensilvania es la madre de todas las batallas entre Kamala Harris y Donald Trump. En ese estado, cuna de la Declaración de Independencia y de la Constitución estadounidense, el voto de la mujer en general y el de la comunidad puertorriqueña en particular es considerado clave para inclinar la balanza final, lo que aumenta la esperanza demócrata al mismo tiempo que crece la preocupación republicana.
Quien gane este distrito del nordeste de los Estados Unidos tendrá mucho para festejar, según coinciden analistas, aunque son siete los estados que definirán la elección de este martes. Además de Pensilvania (elige 19 electores), están Michigan (16), Carolina del Norte (15), Arizona (11), Wisconsin (10), Nevada (6) y Georgia (16). Pero Pensilvania tiene algo adicional: dentro de este grupo de los “swing states” que suelen cambiar de signo político, es el que más peso aporta al Colegio Electoral.
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“El factor decisivo (de estas elecciones) puede terminar siendo el porcentaje de voto femenino. Esta elección presidencial parece que va a establecer la correlación más fuerte entre género y voto en la historia electoral”, dijo el analista Javier Colon, catedrático del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Puerto Rico.
En el caso del voto hispano de Pensilvania, se estima que son más de 580.000 votantes latinos, en su mayoría puertorriqueños, que se han sentido “tocados” por la ofensa del comediante Tony Hinchcliffe en un acto de Donald Trump en Nueva York cuando caracterizó a Puerto Rico como “una isla flotante de basura”.
“Hay mucho puertorriqueño en Pensilvania, sobre todo en Filadelfia, con una comunidad supergrande. También en Allentown, Lancaster y otras ciudades del estado”, dijo a TN el periodista boricua Randy Nieves.
Por qué es clave el voto de la mujer y de los puertorriqueños
En 2020, Joe Biden ganó en Pensilvania por apenas 81.000 votos. Cuatro años antes había triunfado Trump. Las últimas encuestas daban un virtual empate en el distrito entre Harris y su rival republicano.
Por eso, el voto latino se considera crucial.
“En el caso de los puertorriqueños tenemos un sentido cultural de identidad muy fuerte. Si un político le falta el respeto a los boricuas, o crea un ambiente propicio para esos insultos, ello va a generar una respuesta comunitaria fuerte”, dijo Colon.
Para el analista, “los temas con fuerte acento identitario, como el reclamo identitario republicano de Estados Unidos para los estadounidenses, está eclipsando otros asuntos tradicionales como la economía. Los politólogos tenemos una agenda profunda de nuevos interrogantes y respuestas ante este panorama tan desafiante que puede provocar grandes fisuras y alteraciones cualitativas de gran impacto”, consideró.
Pero además hay un fenómeno que no puede dejarse de lado a nivel nacional: el voto femenino. No es un secreto para nadie que el expresidente cosecha más votos entre los hombres y Harris entre las mujeres.
“Las mujeres están votando demócrata como forma de defender su derecho a decidir (por ejemplo en cuestiones como el aborto) y en repudio a varias posturas machistas de Trump. Parece ser que una participación extraordinariamente alta de mujeres podría hacer una diferencia. Si ese aumento no se produce, ello puede ser beneficioso a Trump”, afirmó.
En ese escenario, el voto de la mujer no solo es clave en Pensilvania, sino en todo el país. En las últimas elecciones, varios de los “swing states” se definieron por entre 10.000 a 20.000 votos. Se espera que ahora los márgenes sean igual de estrechos.
A pocas horas del cierre de las mesas electorales, los analistas están haciendo cálculos para saber cómo impactarían los resultados en los siete estados claves para definir al ganador. Si Harris gana Pensilvania, Michigan, Wisconsin y un solo voto electoral en Nebraska (que junto a Maine es el único estado que divide en forma proporcional sus electores) alcanzaría los 270 votos necesarios para ser electa presidenta.
Pero si Trump gana Pensilvania y conserva todos los estados que ganó en 2020, necesitaría ganar Georgia para volver a la Casa Blanca.