“Fue el honor más grande de mi carrera”, expresó el británico tras girar con el mítico auto en el que se consagró la leyenda brasileña.
Este fin de semana en el Gran Premio de Brasil, Lewis Hamilton rindió un sentido homenaje a su ídolo, Ayrton Senna, al conducir el legendario McLaren MP4/5B, el monoplaza con el que el brasileño conquistó su segundo título mundial en 1990. El tributo coincidió con el 30º aniversario de la muerte de Senna, una figura inolvidable en el automovilismo y en especial en Brasil, donde sigue siendo una leyenda.
En una jornada marcada por intensas lluvias y una clasificación complicada, Hamilton expresó su profunda emoción tras la experiencia: “Es muy, muy emocionante. Revisité mi infancia, recordando cuando veía a Ayrton correr aquí siendo un niño. Escuchar ese sonido y verlo ganar era algo increíble para mí. No puedo creer que tuve la oportunidad de hacer esto; fue el honor más grande de mi carrera”, afirmó el siete veces campeón de la Fórmula 1.
La experiencia fue aún más significativa por el fervor del público brasileño, que acompañó la jornada bajo la lluvia. “Hacer esto aquí, frente a este hermoso público que estuvo toda la noche y desde las tres o cuatro de la mañana, lo hizo un día muy especial. Estoy muy agradecido con todos los que hicieron esto posible”, concluyó Hamilton.