El cuerpo de María Rosa Stefanic fue hallado ayer entre los escombros. Su familia la reconoció por un tatuaje en uno de sus brazos. Continúan en el lugar las tareas de rescate.
El cuerpo de la mujer hallada muerta anoche en los escombros del Apart Hotel Dubrovnik de Villa Gesell, que se derrumbó el miércoles por la madrugada, fue identificado. Se trata del cadáver de María Rosa Stefanic, la antigua propietaria de este hotel construido en 1986.
“Su familia lo reconoció por un tatuaje que llevaba en su brazo”, aseguraron. Stefanic tenía 52 años. Estaba registrada como hotelera en la AFIP, su domicilio fiscal era el hotel Dubrovnik mismo. Su sobrino, Nahuel José Stefanic y la pareja de Nahuel, Dana Desimone, continúan desaparecidos y son buscados en el operativo de rescate que involucra a más de 350 personas equipadas con drones, grúas, perros y un técnico geógrafo con un equipo de radar, con la presencia en el lugar de Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense.
Así, la ex dueña del hotel se convierte en la segunda víctima fatal, junto al jubilado Federico Ciocchini, de 84 años, cuyo cuerpo fue encontrado el miércoles.
El cuerpo de Stefanic, precisamente, fue avistado por cámaras poco después de las 23 horas del jueves. Ayer por la noche, Alonso confirmó el hallazgo del cuerpo de la mujer. “Encontramos el cuerpo de una mujer, estaba en una habitación con otras dos personas más que todavía no hemos visualizado”, aseguró. Para las autoridades, es altamente posible que Nahuel Stefanic y Desimone estén cerca del punto donde el cuerpo de Rosita fue encontrado.
En el lugar también trabajan peritos de la Superintendencia de Bomberos de la PFA, que fueron convocados por la fiscal Verónica Zamboni, a cargo de esclarecer el hecho, con un expediente por estrago culposo agravado por las muertes de Stefanic y Ciocchini, una acusación que podría valerle una pena de hasta cinco años de cárcel a los responsables.
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María Rosa Stefanic
“Estaban poniéndolo a punto”
La mujer había decidido vender el edificio, hace tres años, pero finalmente pudo lograrlo en marzo del 2024. Jorge Cocco, director de la Asociación de Hoteles, Confiterías, Restaurantes y Fines de Villa Gesell, y amigo de “Rosita”, contó los motivos que la llevaron a vender el hotel: “Enviudó y estaba cansada”.
Rosa quería comenzar una nueva vida y había comprado una propiedad en Madariaga, a sólo a 50 kilómetros de Villa Gesell. A pesar de tener nuevos proyectos, la mujer decidió quedarse durante la temporada junto al nuevo dueño para ayudarlo con el personal.
“Al haberlo vendido, me presentó al nuevo dueño. Con él hablamos del verano y de cosas relacionadas al hotel. En la charla me dijo que estaba poniéndolo a punto”, contó Cocco y expuso que el nuevo propietario era el que estaba llevando adelante todas las obras.
“Estaba haciendo un ascensor para subir desde la cochera al lobby y de ahí a la conserjería. El ascensor no fue el motivo del derrumbe por la forma en la que cayó el edificio”, consideró el amigo de Rosa. Pero también comentó que el edificio se habría derrumbado por “algo que estuvieron haciendo en la cochera”. “Tocaron columnas básicas y eso debilitó el edificio”, remarcó.