Todos los años la idea es agasajarlas, consentirlas, reconocerlas, agradecerles… Pero ¿por qué?, ¿qué han hecho ellas de especial? Y bueno, ninguna ha hecho nada…
Por Milena Infante Gadan, estudiante de la Lic. En Comunicación Social de la UCSE
Nada más que llevarnos en su vientre 9 meses y pasar por miles de momentos críticos, donde temía que el doctor le dijera: “Señora su hijo padece…”, donde le preguntaron a quién debían salvar si el parto se tornaba difícil y sin dudarlo afirmó “a mi bebe”; o cuándo se sentó por varios minutos a esperar un test de embarazo positivo y sin embargo otra vez, era negativo; cuando cansada y adolorida después de habernos traído al mundo se levantó la primera noche por nuestro llanto, y con todo el amor y paciencia nos cargó en sus brazos, nos cantó y paseó por toda la habitación hasta que pudimos sentir la calma de los latidos de su corazón, lo que se repitió durante años.
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Ellas no han hecho nada. Nada más que volverse mamás, luego de que quien nos trajo al mundo falleció, que nos tuvo que dejar, que nos abandonó. Porque nos deseaban y trabajaron incansablemente para nuestra adopción, porque lucharon por nuestra tenencia ante progenitores que no eran capaces de protegernos, porque se hicieron cargo cuando quienes tenían el deber, miraron hacia un lado o simplemente decidieron dejarnos.
Porque aprendieron a sacar comida de donde sea cuando no había nada y porque su estómago supo siempre cuando llenarse aun sin haber comido. Porque aprendieron a olvidar el cansancio cuando después de trabajar todo el día había que sumar, dividir, leer, recortar, estudiar, y algunas veces, sin saber hacerlo, pero esforzándose para que nosotros sí supiéramos.
Ellas nos han entregado su vida a nosotros. Porque estuvieron ahí cuando comenzamos a caminar después de mucho gatear y tropezar; estuvieron ahí cuando comenzamos el jardín y lloramos el desapego; estuvieron ahí el día que sufrimos el primer desamor; estuvieron ahí cuando nos volvimos jóvenes y tuvimos que elegir entre estudiar o trabajar y nos equivocamos de carrera o nos despidieron del trabajo. Ellas estuvieron ahí cuando dimos nuestro primer respiro en el mundo y están ahí siempre.
Es día de la madre y ellas no han hecho nada, nada más que todo lo que estuvo a su alcance, siendo el límite lo humanamente imposible. Mamá, es hogar, es garantía de bienestar, un cómplice, un pilar. Mamá es aquello donde la ternura se nuclea, haciendo raíces y bombeando cariño. Mamá es la eterna razón por la que todos aún creemos que el amor verdadero, es real.
¡Feliz día a nuestro gran amor, feliz día mamá!
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