Días atrás se oficializó la llegada de un nuevo director técnico a Boca Juniors. Fernando Gago fue presentado por la dirigencia, junto a Juan Román Riquelme, como el nuevo entrenador del club.
Por Ignacio Lopez Campiantico, estudiante de la Lic. en Comunicación Social de la UCSE
Este retorno de Gago se da en un contexto que podemos catalogar de distintas maneras: para algunos es un cambio esperanzador; para otros, un simple volantazo o, quizás, una apuesta.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
Lo cierto es que Gago vuelve al club en un clima de mucha incertidumbre, presionado por la prensa mexicana, que alimentó una narrativa de desencuentros entre el técnico y los hinchas.
La carrera de Gago como director técnico comenzó de manera prematura debido a sus lesiones como jugador. En 2021 inició su etapa como DT de Aldosivi, un equipo con un presupuesto limitado, pero que le permitió demostrar su idea de fútbol: un estilo protagonizado por la tenencia del balón, presión ofensiva y una clara intención de imponer el juego. Ya en 2022, su llegada a Racing marcó un salto cualitativo, logrando varios títulos, incluso uno sobre Boca. En 2023, Gago comenzó a adquirir experiencia internacional, consolidando su perfil de entrenador joven y ambicioso.
Ahora, Gago regresó al club que lo vio nacer, tal como él mismo lo expresó en su presentación. Sin embargo, llega en un momento crítico: Boca necesita ganar. Partido tras partido, los hinchas exigen más compromiso y resultados. Los logros de la gestión actual, especialmente a nivel internacional, han sido escasos y eso pesa sobre la espalda del equipo y la dirigencia.
Uno de los mayores cuestionamientos que recae sobre los dirigentes, y en particular sobre el presidente, es la constante rotación de entrenadores. Desde el inicio de su mandato, han
pasado seis técnicos por el banco de Boca, algunos de ellos ídolos del club, pero ninguno ha logrado estabilidad a largo plazo.
Con la renuncia de Diego Martinez, quien dirigió 45 partidos y ganó menos de la mitad, el panorama se oscureció aún más. Boca acumuló más de cuatro meses sin una victoria como visitante y las opciones disponibles en el mercado eran pocas. Sin embargo, con la llegada de Gago se cumple uno de los deseos más anhelados por el presidente y, quizás, por una parte importante de la hinchada.
Ahora queda ver si esta apuesta será el comienzo de una nueva era o si simplemente será un capítulo más en la búsqueda constante de Boca por recuperar su identidad ganadora. El tiempo despejará la incertidumbre.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO