Según un estudio, hay ciertas claves a seguir para una vida más saludable: lo esencial es construir una pirámide de alimentación.
Vivir más y mejor depende de múltiples factores, algunos de los cuales se pueden modificar y otros no, pero, entre los que se pueden cambiar para fomentar un envejecimiento saludable y una mayor longevidad, se destaca la alimentación. Según un informe de la Universidad de Salamanca (USAL), “una alimentación saludable consiste en incluir todos los alimentos de la pirámide alimentaria en su proporción adecuada”.
El Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE), dependiente de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, va un poco más allá y resalta que una dieta “rica en nutrientes puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar la función cognitiva y aumentar la longevidad”, a la vez que informa acerca de las pautas clave para lograrlo.
La pirámide de la alimentación
La pirámide de la alimentación es una forma gráfica de representar los alimentos que debe incluir una dieta equilibrada y con qué frecuencia hay que ingerirlos. En la base, se encuentran los alimentos que es conveniente tomar a diario y varias veces, como los cereales (que incluyen la harina y la pasta, a ser posible, integrales), papas (preferentemente no fritas), legumbres, verduras, hortalizas, frutas, lácteos y aceite de oliva.
En el nivel intermedio, se sitúan aquellos alimentos que se pueden consumir varias veces a la semana, como la carne (primando la blanca sobre la roja y limitando al máximo la procesada), pescado, huevos y frutos secos, mientras que en la cúspide de la pirámide se encuentran los alimentos cuyo consumo debe ser opcional, ocasional y moderado: dulces, snacks o helados.
Asimismo, la pirámide consigna en su parte inferior la necesidad de hidratarse adecuadamente y otras recomendaciones que, junto con la alimentación, promueven la salud, sobre todo, el ejercicio físico habitual y el equilibrio emocional.
La dieta de la longevidad
El CENIE explica las claves de la dieta más adecuada para vivir más años y con mayor calidad de vida:
Vida social y salud mental
Además de la dieta, también es importante mantenerse social y mentalmente activo debido a que promueve el envejecimiento saludable. Actividades como la lectura, los rompecabezas o el aprendizaje de nuevas habilidades ayudan a reducir el riesgo de deterioro cognitivo. También es recomendable mantener una buena red de relaciones sociales y participar en actividades comunitarias, grupos de ayuda mutua o clubes.
Por último, las técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness, pueden contribuir a mejorar la salud mental y reducir la inflamación crónica, que juega un papel importante en el envejecimiento precoz.
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Vida activa para envejecer con salud
Junto con la alimentación, un estilo de vida activo es otro pilar clave para una vida saludable y larga. La actividad física debe apoyarse en: