La influencer recordó el difícil momento que vivió con Guido, con quien celebró su primer aniversario de matrimonio en noviembre del año pasado.
Hace casi un año daban el sí, y lo celebraban con una tremenda fiesta: Sol Pérez y Guido Mazzoni se prometieron amor eterno. Pero no siempre fue así, ni su relación fue tan fuerte todo el tiempo, y la periodista confesó los duros momentos que debió atravesar antes de llegar a concretar la felicidad del matrimonio.
Sol Pérez reveló que en un punto de su noviazgo, su pareja decidió terminar la relación. Y fue una situación muy dolorosa para ella, que no se lo esperaba.”Nosotros no nos peleamos tanto, nos llevamos muy bien”, aseguró.
Pero luego confesó: “El 2019 fue un año bastante trágico para mí, o sea, me pasó de todo. No hace falta recordar, pero me pasó mucho y todo junto... En el verano nos separamos”.
En diálogo con Ángel de Brito, reconoció que fue su peor momento. “Yo me separé de Guido en ese verano, él me dejó por WhatsApp”, detalló.
A pesar de su tristeza, se puso firme: “Yo dije ‘no voy a perderlo, es el amor de mi vida. Voy a buscarlo como sea’” Y admitió que fue su época más explosiva, pero que después de ese trance comenzó a bajar.
“Esto fue un martes y se suspendió una función porque Carmen (Barbieri) se sentía mal”, relató. “Entonces yo volví para reconquistarlo”.
Con gran autocrítica, se hizo cargo de su parte de responsabilidad en la ruptura. “Tenía ganas de arreglar las cosas, pero cuando arrancó la discusión, no podía controlar mi carácter y todo se volvió a ir a la m...”, contó.
Ante esta reacción, la separación parecía definitiva. “Él me dijo ‘mirá, todo bien, pero chau’. Yo me volví a trabajar y él se fue a Miami”, recordó.
Cómo convenció Sol Perez a su pareja de seguir adelante
A pesar de su increíble belleza y simpatía, reconquistarlo no resultó tarea fácil. “Yo la remé mucho. Guido es pisciano, entonces corta y chau. No le importa si respirás”, sostuvo.
Pero encontró la manera de llegar a su corazón. “Me salvó que habíamos alquilado un departamento juntos en diciembre y yo le dije ‘probemos a ver qué onda porque ya lo alquilamos’”.
Con esa excusa, se dieron otra oportunidad. “Era un departamento que yo sola no podía pagar el alquiler. Y empezamos a vivir juntos y no nos separamos nunca más”, contó, feliz. Pero admitió: “Yo empecé terapia también. Ahora es todo paz, no peleo con nadie”.