El presidente de la Corte Suprema abrió la cena de Poder Ciudadano; defendió su gestión colegiada versus el “personalismo” anterior.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, reclamó que la “calidad institucional”, que implica “la independencia del Poder Judicial, la división de poderes, la libertad de expresión y el acceso a la información pública”, sea tan relevante como la economía, la salud y la educación en el “desarrollo humano” de la Argentina.
Las palabras del juez abrieron la cena anual de la ONG Poder Ciudadano, capítulo argentino de Transparencia Internacional, donde su presidente, el politólogo Martín D’Alessandro, pronunció un fuerte discurso en el que reclamó transparencia y la autolimitación en el ejercicio el poder de los gobernantes, como un antídoto contra la polarización discursiva y la autoprotección política.
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En la misma línea, el director ejecutivo de Poder Ciudadano, Pablo Secchi, fue ovacionado por los más de 500 invitados que colmaron el salón Libertador del Hotel Sheraton. “¡Con el derecho a la información no!”, reclamó, para oponerse al decreto reglamentario de Javier Milei que limita el ejercicio de ese derecho.
Secchi se llevó la segunda ovación de la noche, y la más prolongada, cuando pidió que haya jueces probos y mujeres en la Corte. No fue necesario que identificara a quién estaba dirigiendo sus críticas.
Rosatti, en su discurso, hizo un recorrido desde que llegó a la Corte Suprema, hace ocho años y medio, donde dijo que se pasó de un modelo personalista, concentrado, a un modelo colegiado, tanto en lo administrativo como en las deliberaciones para dictar sentencias. Dijo que el nuevo modelo contribuyó a la transparencia que impera hoy en el máximo tribunal.
Sin mencionarlo, Rosatti aludió a la gestión de Ricardo Lorenzetti, que fue presidente de la Corte durante 10 años y que ahora tiene grandes diferencias con sus colegas Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. Las palabras de Rosatti se conocen a dos semanas de que en la Corte debe realizarse una elección crucial para elegir al próximo presidente, donde Lorenzetti –que promueve la juez Ariel Lijo para el máximo tribunal– no tiene chances con la actual integración.
Rosatti dijo que había una concentración en la autoridad administrativa y que “no se cumplían las reglas de una buena administración”. En la práctica, la Corte desplazó al administrador de Lorenzetti, Héctor Marchi, lo que motivó otra fuerte pelea entre los jueces. Rosatti sostuvo que ahora hay control de legalidad y de la gestión.