Enrique Zuleta Puceiro, reconocido analista político, brindó a Noticiero 7, una evaluación detallada de la administración del presidente Javier Milei, enfocándose en la gestión de relaciones con las provincias, la política internacional y los logros económicos. Según Zuleta Puceiro, el ánimo social hacia el gobierno de Milei dependerá en gran medida de la firmeza con la que el presidente implemente su plan económico de desarrollo.
"Mientras Milei mantenga la convicción de saber a dónde va, un 30% del electorado seguirá votándolo, y un 20% adicional lo respaldará. Esto le proporciona un 43% de apoyo en las encuestas", explicó Zuleta Puceiro.
El analista añadió: "Es una ley sociológica: cuando un gobierno proyecta una dirección clara, aunque los datos sean negativos, la gente tiende a acompañar. Sin embargo, si pierde esta orientación y comienza a vascular sin rumbo, el apoyo se desvanece".
Zuleta Puceiro también comparó el consenso actual con el de gobiernos militares: "El consenso que hay hoy no es activo; es más similar al que tenían algunos gobiernos militares, como el de Lonardi. Hay una percepción de que la dirigencia política está desarticulada y fragmentada".
En cuanto al liderazgo de Milei, Zuleta Puceiro opinó: "No veo en Milei un liderazgo activo. Lo que hay es una fuerza que rompe con el corporativismo y los partidos tradicionales. En las provincias no hay ningún gobernador que tenga menos del 50% de popularidad y en intención de votos todos van a alcanzar su mayoría en la próxima elección".
Enrique Zuleta Puceiro.
Sin embargo, Zuleta Puceiro señaló que el apoyo en los sectores de menores ingresos no está tan afectado como en otros grupos: "Los sectores bajos siguen respaldando al gobierno, mientras que los empleados públicos, algunos industriales, las pymes y los profesionales muestran un pronóstico menos optimista. Aunque estos sectores son importantes, no tienen el peso necesario para influir decisivamente".
Respecto a la inflación, Zuleta Puceiro comentó: "La caída de la inflación no se refleja significativamente en los precios, pero sí en la vida cotidiana de las personas. Los sectores altos están realmente preocupados, especialmente porque la esperada dolarización y reforma laboral aún no se han materializado", finalizó.