El arresto de Pavel Durov en Francia por 12 cargos graves, incluyendo la falta de moderación de contenido ilegal, generó un intenso debate sobre la libertad de expresión y la responsabilidad de las plataformas tecnológicas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que la detención en Francia del fundador del servicio de mensajería, Pavel Durov, “no es una decisión política”. Durov enfrenta 12 cargos graves, y su arresto ha desatado un debate global sobre la libertad de expresión en redes sociales.
“La detención del presidente de Telegram en territorio francés tuvo lugar en el marco de una investigación judicial en curso. No es una decisión política. Corresponde a los jueces pronunciarse”, escribió Macron en la red social X.
Las autoridades francesas informaron el lunes que habían detenido al fundador y consejero delegado de Telegram por no moderar la actividad ilegal de abuso de menores en la aplicación de mensajería, lo que desató un nuevo debate sobre la libertad de expresión en las redes sociales y lo que las empresas tecnológicas deberían hacer para limitar los contenidos nocivos.
En las primeras declaraciones oficiales sobre la detención, Macron agregó que Francia “está profundamente comprometida” con la libertad de expresión pero que “las libertades se basan en un marco legal, tanto en las redes sociales como en la vida real, para proteger a los ciudadanos y respetar sus derechos fundamentales”.
La agencia francesa de prevención de la violencia contra los menores, Ofmin, había emitido una orden de arresto contra Durov como parte de una investigación preliminar sobre 12 delitos, incluyendo fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y promoción de terrorismo, indicó otra fuente cercana al caso.
Jean-Michel Bernigaud, secretario general de Ofmin afirmó el lunes en un post de LinkedIn que la detención de Durov estaba relacionada con la incapacidad de la aplicación para hacer frente a los contenidos ofensivos contra menores.