Hacer que los niños coman verduras puede ser más fácil si involucras a los niños en la cocina, haces las comidas divertidas y ofreces variedad.
Lograr que los niños coman verduras puede ser un desafío para muchos padres. Sin embargo, con algunas estrategias creativas y consistencia, es posible hacer que las verduras se conviertan en una parte regular y apreciada de su dieta. Aquí hay algunas ideas prácticas para ayudar a que los niños coman más verduras.
Los niños imitan lo que ven. Si los padres y otros miembros de la familia comen y disfrutan las verduras regularmente, es más probable que los niños también quieran probarlas. Asegúrate de incluir verduras en tus propias comidas y de mostrar entusiasmo al comerlas.
Transforma las comidas en una experiencia divertida. Puedes hacer caritas con las verduras en el plato, usar moldes para cortar las verduras en formas divertidas o incluso organizar una "fiesta de verduras" donde los niños puedan probar diferentes tipos.
Deja que los niños participen en la preparación de las comidas. Pueden ayudarte a lavar, pelar o cortar las verduras (con supervisión adecuada). Cuando los niños están involucrados en la preparación de la comida, es más probable que estén interesados en probar lo que han ayudado a hacer.
Introduce nuevas verduras de manera gradual y en pequeñas cantidades. No los abrumes con una gran cantidad de verduras nuevas a la vez. Dale tiempo a tus hijos para que se acostumbren a los nuevos sabores y texturas.
Incorpora verduras en platos que ya les gustan a los niños. Por ejemplo, agrega espinacas a una lasaña, zanahorias ralladas a los espaguetis o brócoli a un macarrón con queso. Esto puede hacer que las verduras sean más atractivas al estar combinadas con sus alimentos favoritos.
No todos los niños disfrutarán de todas las verduras. Ofrece una variedad de opciones y deja que los niños elijan cuáles prefieren. También puedes preparar las verduras de diferentes maneras: crudas, al vapor, asadas, en puré, etc., para encontrar la presentación que más les guste.
A veces, un poco de sabor adicional puede hacer maravillas. Usa salsas, aderezos o dips saludables para acompañar las verduras. Hummus, yogurt griego con hierbas, guacamole o aderezos bajos en grasa pueden hacer que las verduras sean más apetecibles.
Es posible que los niños necesiten probar una nueva verdura varias veces antes de aceptarla. No te desanimes si rechazan una verdura al principio. Sigue ofreciéndola de diferentes maneras y con el tiempo, pueden desarrollar un gusto por ella.
Utiliza cuentos, juegos y canciones para enseñar a los niños sobre la importancia de las verduras para su salud. Los personajes favoritos de los niños o historias interesantes pueden ayudar a crear una actitud positiva hacia las verduras.
Evita forzar o castigar a los niños para que coman verduras, ya que esto puede generar una aversión aún mayor. En su lugar, mantén una actitud positiva y alentadora. Celebra los pequeños logros cuando prueben y disfruten de nuevas verduras.
Hacer que los niños coman verduras puede requerir tiempo y esfuerzo, pero con paciencia y creatividad, es posible. Predica con el ejemplo, haz que la experiencia sea divertida, involucra a los niños en la cocina y ofrece una variedad de opciones. Con el tiempo, tus hijos pueden aprender a disfrutar de las verduras y a reconocer su importancia en una dieta saludable.
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