El futbolista chileno de 36 años volvió a Boca y ya se muestra con ganas de jugar el próximo partido por Copa Argentina.
Catorce años después, Gary Medel pegó la vuelta a Boca y es uno de los grandes refuerzos para este segundo torneo del año. Ahora, con el parate por la Copa América, el chileno busca ponerse a punto para poder meterse en el equipo principal de Diego Martínez y, para esto, ya le tiró la presión al entrenador de cara al próximo compromiso que tiene el Xeneize, este miércoles por Copa Argentina frente a Almirante Brown.
Con la número 19, Medel no dudó en calzar la camiseta azul y oro, meterse en el mundo del fútbol argentino y comenzar su adaptación al país, una vez más. Cuando todavía quedaba la duda, finalmente está entre los convocados para viajar a Mendoza, aunque se sabe que será parte del banco de suplentes. Esto no parece ser del gusto del jugador de 36 años, que deberá dejar pasar este partido para cumplir con su objetivo a futuro: ser titular.
En una entrevista con El Canal de Boca, el chileno dejó una clara condición de cara al futuro, recordando su última experiencia donde fue dejado a un lado y obligado a irse del equipo. "La venida para acá fue en un momento en el que me dejaron de un día a otro sin saber por qué me sacaron del equipo y me cansé en ese sentido", contó Gary y, por esto, agregó que "a mí me gusta jugar y me gusta competir, siempre tuve la suerte de ser titular".
Y en ese sentido, le dejó sobre la mesa a Martínez que el tiempo vale oro para el chileno que tiene ganas de ser parte del once inicial lo más pronto posible. Y claro, llegó a Argentina para eso. "Venir a Boca me motivó, por el club gigante que es", subrayó. Su última experiencia, en Vasco Da Gama, lo sorprendió y lo sacó de su habitual rutina, que no fue para nada de su gusto y es eso lo que vino a buscar su club donde militó entre 2009 y 2010.
Ahora sí, por las bajas masivas de los jugadores xeneizes convocados a los Juegos Olímpicos que disputan su posición, tendrá la chance sí o sí. Además, se suma la suspensión de Pol debido a la acumulación de amarillas en la Sudamericana, lo que podría dejar a Boca sin sus cuatro volantes titulares: ahí si, el chileno de arranque y cumplir con su deseo.
En ese sentido, tiene todas las de ganar. Es que su vínculo con Juan Román Riquelme, presidente de la institución, ayudó mucho a la simple llegada al club y el mismo jugador lo remarca. "La relación con Román siempre fue muy abierta y muy amigable. Siempre me dio la posibilidad. Fue siempre todo muy cercano con él", destacó en El Canal de Boca y dejó en evidencia la importancia de su decisión de arribar al fútbol argentino para el máximo dirigente de Boca.