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¿Qué sucede con el cerebro después de la muerte? Científicos encontraron uno de hace 12 mil años y develan el misterio

Los cerebros antiguos que se lograron conservar desafían las leyes de la naturaleza y ofrecen un fascinante campo de estudio.

15/04/2024

El cerebro es el órgano más complejo y vital del cuerpo humano, y desempeña un papel fundamental en prácticamente todas las funciones corporales y mentales. A su vez, es un tejido blando y una de las partes del cuerpo que se descompone más rápido tras la muerte.

Sin embargo, un reciente estudio viene a contradecir esta creencia. El asombroso descubrimiento de cerebros perfectamente conservados a lo largo de siglos es una prueba fehaciente de que exista una forma de preservarlos. La antropóloga forense Alexandra Morton-Hayward fue atraída por el tema de investigación y junto a un equipo de científicos han encontrado miles de casos que desafían esta noción.

Lo más sorprendente es que estos cerebros antiguos podrían proporcionar una ventana única hacia nuestro pasado. Según Morton-Hayward, la preservación de proteínas y ADN en estos cerebros podría ofrecer valiosa información sobre nuestros ancestros, aún por descubrir.

La explicación científica sobre la preservación del cerebro
La investigación, liderada por Morton-Hayward desde el departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Oxford, lleva desenterrados más de 4.000 cerebros humanos en más de 200 registros, algunos con una antigüedad de hasta 12.000 años.

Estos hallazgos, publicados en la prestigiosa revista científica de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural, revelan una rica diversidad de sitios arqueológicos que van desde las orillas de lagos en la Suecia de la Edad de Piedra hasta las profundidades de minas de sal en Irán.

La fascinación de Morton-Hayward por la preservación del cerebro surgió durante su trabajo en una funeraria, donde observó las diversas formas en que los cuerpos humanos se descomponen después de la muerte. Esta curiosidad la llevó a explorar los diferentes mecanismos de conservación, tales como la deshidratación o la saponificación.

Sin embargo, lo que más desconcierta a los investigadores son los casos en los que el cerebro es el único tejido blando que sobrevive. Este enigma ha llevado a la experta a proponer la existencia de un quinto mecanismo de conservación, aún desconocido, que podría estar relacionado con la interacción de sustancias como el hierro o el cobre con las proteínas y lípidos del cerebro.

“Ya sea que esas circunstancias sean ambientales o estén relacionadas con la bioquímica única del cerebro, es el enfoque de nuestro trabajo actual y futuro”, consideró Morton-Hayward. Según explicó la investigadora, comprender estos mecanismos no solo arrojaría luz sobre la preservación de los cerebros después de la muerte, sino que también podría ofrecer perspectivas sobre el envejecimiento de este órgano y enfermedades neurodegenerativas como la demencia.