El fenómeno donde la Luna tapa al Sol, desde la Tierra, ya se observa desde el océano Pacífico.
Terminó el fenómeno astronómico del año: el eclipse solar total. El camino de la totalidad del astro rey pasó por territorio mexicano, estadounidense y canadiense para luego concluir en el océano Atlántico.
Eclipse
El eclipse solar en forma parcial comenzó en Mazatlán, México, donde millones de personas esperan que se haga total, cuando la Luna cubra todo el disco del Sol.
Por ello, hay tres tipos de eclipses solares: total, parcial y anular. No todos los eclipses solares son iguales. La porción del Sol que cubre la Luna determina si el eclipse es parcial, anular o total. Un eclipse solar ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, bloqueando total o parcialmente nuestra vista del Sol y proyectando una sombra en la Tierra. Un eclipse solar solo puede ocurrir durante el día.
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El interés científico en los eclipses solares totales radica en la oportunidad única que estos fenómenos astronómicos brindan para estudiar la corona solar, la atmósfera externa del Sol, desde la Tierra. Así, los científicos pueden observar y estudiar estructuras y procesos en el mismo Sol y en la atmósfera terrestre, que de otro modo serían invisibles. El eclipse de hoy permitirá continuar y ampliar las investigaciones realizadas durante el “Gran Eclipse Americano” de 2017, contribuyendo al conocimiento continuo de la actividad solar y sus efectos sobre la Tierra.
El evento celeste donde la Luna tapa al Sol, desde la Tierra, se desarrolló a lo ancho de América del Norte donde millones de personas pudieron observarlo y vivir una experiencia fascinante: el día se hizo de noche.
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