El gobierno de la ciudad de Brasil informó que tres personas murieron en el derrumbe de una vivienda en Petrópolis, una ciudad ubicada a unos 70 kilómetros de la capital del Estado. Las autoridades aseguraron que en esa zona la situación es "crítica" debido a las "lluvias intensas y el desborde del río Quitandinha".
Una de las imágenes que causó gran impacto fue la de un bombero que sostiene en sus brazos a una niña. La menor estuvo atrapada durante 16 horas tras el temporal y los rescatistas lograron salvarla: "El padre protegió a la niña heroicamente con su cuerpo y ella fue rescatada con vida (...) Estamos con dolor, pero agradecidos por ese milagro", expresó Luis Claudio de Souza, vecino del lugar, a AFP.
Las imágenes que fueron divulgadas por medios locales mostraron ríos de agua y barro bajando por las calles de Petrópolis. Además, parte del cementerio municipal fue arrasado por el agua.
En tanto, vehículos de emergencia salieron a las calles a asistir a la población, la cual seguía enfrentando riesgos "muy altos" de nuevos deslizamientos, según las autoridades.
Por su parte, un comité de emergencia del gobierno de Río de Janeiro informó que un total de 90 personas lograron ser rescatadas y fueron trasladadas a escuelas públicas que se están utilizando como refugio.
Si bien las autoridades intentaron minimizar el impacto de las lluvias con medidas preventivas como asuetos administrativos decretados para el viernes, se registraron fallecimientos de igual manera. Uno de ellos fue el de un hombre, quien murió alcanzado por un rayo en Arraial do Cabo y otros dos en Santa Cruz da Serra y en Teresópolos, según informó el gobierno.
Además, en Sao Pablo, dos niños de 3 y 9 años murieron por la voladura de un techo y la caída de un muro, en dos hechos separados, según la Defensa Civil.
En Petrópolis, las lluvias acumularon 270 milímetros en 24 horas y el alerta se mantiene vigente hasta el domingo en el sureste de Brasil. Lo cierto, es que el temporal tuvo lugar luego de una ola de calor que atravesó el país durante los últimos días.
En Río, la sensación térmica llegó a un récord de 62,3 ºC, y Sao Paulo registró el mes de marzo más caluroso. Según explicó el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), las lluvias se deben a la llegada de un frente frío que causó estragos en Rio Grande do Sul, luego azotó a Sao Pablo y Río y avanzó hacia el estado de Espírito Santo.
En los últimos tiempos, Brasil ha padecido consecuencias de fenómenos extremos relacionados al cambio climático, según expertos. Entre ellos, fuertes tempestades, sequías y olas de calor, con un gran impacto sobre la población más vulnerable.