Graciela Sosa Osorio aseguró hoy que pareciera que los ocho rugbiers que están siendo enjuiciados por el crimen de su hijo "no siente culpabilidad" por lo que hicieron, le pidió a los padres de los imputados que no se le acerquen y volvió a pedir "Justicia" para que “no haya otro Fernando”.
"Yo como madre siento que no sienten culpabilidad. Pareciera que están en su mundo. Uno los mira y no lo puede creer porque son chicos de la edad de Fer que tendrían que estar disfrutando con sus familias", dijo Graciela a la prensa esta mañana, al llegar a los tribunales de Dolores y cuando le preguntaron cómo ve a los acusados en la sala de audiencias.
La mamá de la víctima señaló que si los imputados no hubiesen cometido el crimen, ellos estarían "con Fernando felices".
"Ya estaría en tercer año de abogacía, ya estaría trabajando y siendo feliz con nosotros. El día a día es muy difícil porque sentimos que tenemos esa necesidad de estar con Fer abrazándolo, compartir un domingo de familia. No tuvimos más Navidad, Año Nuevo, Día de la Madre, Día del Padre, nada", remarcó.
Consultada sobre los papás de los acusados, Graciela pidió que no se le acerquen, ya que prefiere mantener la distancia.
"Como yo no los conozco a ellos, espero que no se me acerquen porque por ahí se me acercan y me dan un abrazo sin saberlo. A esta altura yo ya no espero nada. Estoy tranquila y cuanto más lejos, mucho mejor", dijo.
Sobre la audiencia de ayer, donde se abrazó tanto con el testigo Tomás Bidonde, que le pidió disculpas por no haber podido ayudar a Fernando, como con Virginia Pérez Antonelli, la chica que le hizo RCP, Graciela aseguró que "era inevitable el abrazo".
"Me emocioné mucho cuando ese chico se me acercó me dio un abrazo y me pidió perdón. Yo no tengo nada que perdonarle, al contrario, le agradezco muchísimo que venga a dar su testimonio por Fernando y le dije que fuera muy feliz", comentó, y sobre Virginia, agregó: "Le agradecí muchísimo por haber querido salvar la vida de Fernando".
La mujer dijo que junto a su marido, Silvino, sienten que "es muchísima la gente" que los apoya "día a día" y que eso les "da energía para participar del juicio".
“Son momentos difíciles escuchar estos testimonios, no es fácil. Cómo lo asesinaron, cómo le tendieron esa emboscada a mi hijo, nadie podía salvarlo porque ya él, estando en el piso inconsciente, le seguían dando patadas y patadas. "Por eso, pido Justicia por Fernando y para eso estamos acá fuertes, y espero que no haya otro Fernando", concluyó.