El 38% fueron puestos en circulación en el último año y representan un 60% más respecto del año pasado, según información del Banco Central.
En medio de la crisis económica agravada por la pandemia de coronavirus el Gobierno continúa acelerando la emisión monetaria y desde la derrota electoral en las PASO de septiembre ya imprimió más de $100.000 millones. En ese marco y por primera vez ya circulan más billetes de $1.000 que de $500, algo que da cuenta de la fuerte inflación que registra el país y por la cual cada vez se necesitan más pesos para adquirir bienes y servicios.
De esta manera, el 38% de los billetes de $1.000 fueron puestos en circulación en el último año y representan cerca del 18% del total.
Según datos del Banco Central, la Casa de Moneda imprimió al 30 de septiembre de este año 1.195 millones billetes con la figura del hornero y de color naranja, un 3% más respecto al mes anterior y un 60% por encima de un año atrás.
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Antes de las elecciones primarias, abiertas, obligatorias y simultáneas celebradas el pasado 12 de septiembre se volvió a acelerar la emisión y se imprimieron 26 millones de billetes de $1.000 en la primera quincena del noveno mes del año, el mismo número que en todo agosto.
Asimismo, se imprimieron 1.190 millones de billetes de $500 hasta finales de septiembre, unos 5 millones menos que los papeles de $1.000.
El billete verde con la figura del yaguareté creció en volumen impreso un 1% en septiembre respecto a agosto (se sumaron 14 millones) de billetes y acumula un alza interanual del 21 por ciento.
En tanto, al 30 de septiembre la Casa de Moneda lleva impresos 492 millones de billetes de 200 pesos.
Cabe destacar que cuando se pusieron en circulación los billetes de $1.000 en diciembre de 2017, cada uno equivalía a unos USD 55 dólares al tipo de cambio libre que cotizaba en torno a los $18. Mientras que en la actualidad equivalen a unos USD 5,23 a precio del dólar informal que cerró este jueves a 191 pesos.
Esto se da como consecuencia de la fuerte devaluación de los últimos años y una inflación que no logra perforar el piso del 30% desde 2017.
Recientemente la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) elaboró un informe que explicita qué compraban los argentinos cuatro años atrás con mil pesos y para qué alcanza esa plata en la actualidad, el cual arrojó que en 2017 se podían comprar ocho kilos de asado mientras que en la actualidad solo alcanza para 1,5 kilos.
Sin embargo, el estudio indicó que la inflación no es sólo un problema de alimentos, sino que afecta a todo tipo de productos. En ese sentido, remarcó que en 2017, con lo que se gastaba para llenar el tanque de un auto chico con 40 litros de nafta súper, ahora sólo se pueden comprar 10 litros, un 75% menos de combustible.
“El problema de la inflación no son los precios, son los pesos”, afirmó David Miazzo, economista jefe de FADA. Y agregó que lo que pierde valor es la moneda local. “Cada vez necesitamos más billetes para comprar lo mismo: eso es la inflación”, cuestionó.