El femicida fue encontrado en Salta, se hacía llamar Leo y decía ser un estudiante jujeño.
Después de 17 días prófugo, detuvieron a Roberto Rejas en la provincia de Salta. El hombre condenado a prisión perpetua por los crímenes de Milagros Avellaneda y de su hijo Benicio había encontrado refugio en un camping, usaba siempre barbijo, se hacía llamar Leo y decía ser un estudiante jujeño que necesitaba tranquilidad para preparar un examen.
Una voz masculina del otro lado de la línea telefónica empezó a gestar en la jornada del jueves a las 16.15 la caída el exguardiacárcel que el 27 de septiembre pasado se escapó del Cuartel de Bomberos donde cumplía la prisión preventiva hasta que su sentencia quedara firme. Enseguida, los funcionarios del Ministerio Público Fiscal se comunicaron con la policía de la provincia vecina y tras un operativo de dos horas confirmaron el dato: Rejas estaba alojado en el hospedaje “Mi Tata” de la localidad de Cabra Corral. A las 18.15, el prófugo volvía a estar esposado.
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Según trascendió, el femicida no se resistió cuando la policía ingresó este jueves a las instalaciones a buscarlo. La sorpresa se la llevó el dueño del camping, Dardo Verchán, quien ni siquiera sabía cuál era el verdadero nombre de ese joven que se había ofrecido a lavar las lanchas como una suerte de “changa” a cambio de alojamiento.
En diálogo con Contexto Tucumán, el encargado del lugar contó que tres personas se habían presentado hace 13 días para pasar la noche pero dejaron pago un hospedaje para cuatro. Al día siguiente fue cuando llegó Rejas y los otros se fueron, supuestamente, para que “Leo” pudiera concentrarse en estudiar para sus exámenes.