Fue pospuesto para las próximas semanas. Una exhortación británica habría frenado el proyecto.
Un confidente del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu confirmó que el plan israelí de anexar partes de la Cisjordania ocupada no comenzaría el miércoles como estaba previsto debido a una exhortación extraordinaria de Gran Bretaña para que Israel desista del plan.
El hecho sembró dudas mayores acerca de si Israel finalmente llevará a cabo su peligrosa iniciativa, que ha recibido condenas enérgicas de algunos de sus aliados más firmes.
En declaraciones a la radio del ejército, el ministro del gabinete Ofir Akunis confirmó que el proceso de anexión no comenzaría el miércoles y que las autoridades seguían ajustando detalles con sus contrapartes estadounidenses. Sostuvo que la anexión tendría lugar en las próximas semanas.
"La coordinación con el gobierno estadounidense no es algo que se puede desestimar'', dijo.
Netanyahu quería iniciar el proceso el miércoles para realizar la anexión de Cisjordania de manera acorde con el plan para Medio Oriente del presidente Donald Trump. El plan dado a conocer en enero coloca el 30% del territorio bajo control permanente de Israel y otorga a los palestinos autonomía limitada en enclaves de la tierra restante.
Pero el plan ha recibido fuertes críticas internacionales. Las Naciones Unidas, la Unión Europea y los países árabes cruciales han dicho que la anexión viola el derecho internacional y socava las escasas perspectivas de crear un estado palestino viable junto a Israel.
En un artículo de primera plana del diario Yediot Ahronot, uno de los de mayor circulación en Israel, el primer ministro británico Boris Johnson escribió que, como "defensor apasionado de Israel'', se sentía profundamente perturbado por sus intenciones. Destacó sus antiguos vínculos con el país, desde que fue voluntario en un kibbutz a los 18 años, y sus "muchas visitas'' desde entonces.
"Como amigo, admirador y partidario de Israel de toda la vida, temo que estas propuestas no cumplirán su objetivo de asegurar las fronteras de Israel y serán contrarias a los intereses a largo plazo del propio Israel'', escribió Johnson, y añadió que la anexión "pondría en peligro'' los avances logrados en las relaciones con el mundo árabe.
"Espero sinceramente que la anexión no proceda. Si lo hace, el Reino Unido no reconocerá cambio alguno a los límites de 1967 salvo los acordados por las dos partes'', añadió.