La embajada polca ha iniciado tratativas con el ejército argentino para adquirir al menos uno de los viejos M4 Sherman fuera de servicio y que el país recibió en la posguerra.
La embajada de Polonia en Buenos Aires, Argentina, se ha lanzado a la búsqueda de los antiguos tanques M4 Sherman que habrían utilizado fuerzas polacas durante la Segunda Guerra Mundial y fueron luego adquiridos por el país sudamericano en la posguerra, para destinar al menos uno de estos vehículos al Museo de Armas de Poznán.
De fabricación estadounidense, los tanques fueron comprados inicialmente por el Reino Unido y utilizados para equipar al 2° Cuerpo Polaco, que luchó a partir de 1943 en el norte de África y luego en Italia junto a las tropas aliadas.
Tras el fin de la contienda los británicos entregaron una gran cantidad de tanques Sherman a Argentina para saldar parte de sus deudas, entre los cuales figurarían algunas unidades utilizadas por el 2° Cuerpo. Solo un puñado de estos vehículos sobreviven como piezas de museo.
“Estamos buscando en Argentina los tanques en los que soldados polacos lucharon durante la Segunda Guerra Mundial. La Señora Embajadora de la República de Polonia en Argentina Aleksandra Piątkowska y el General de Brigada Sergio Javier Pucheta, hablaron sobre una posible adquisición de uno de los tanques argentinos Sherman M4 Composite Hull para el Museo de Armas en Poznań”, señala la cuenta oficial en Facebook de la Embajada de Polonia en Buenos Aires.
El Museo de Guerra Acorazada de Poznań, ubicado unos 280 kilómetros al oeste de Varsovia, alberga una importante colección de tanques y vehículos blindados, incluyendo muchas piezas de la Segunda Guerra Mundial. Aunque el museo contó en el pasado con un Sherman en su versión “Firefly”, ese tanque fue trasladado a otra institución.
“Después de la desmovilización de los soldados polacos, Gran Bretaña vendió los tanques a Argentina durante el presidencia de Juan Perón. Probablemente son los tanques utilizados por el Segundo Cuerpo Polaco para luchar en Ancona y Bolonia en 1944 y 1945”, agrega la publicación realizada el miércoles.
Los blindados polacos
El tanque medio M4 Sherman fue diseñado por Estados Unidos y entró en servicio en 1942. Las fuerzas del Reino Unido fueron las primeras en utilizar el modelo en el Teatro de Operaciones de África del Norte, donde tuvo su bautismo de fuego durante la Segunda Batalla de El Alamein.
Pronto se convertiría en el principal tanque del ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y también en Corea, y una parte importante del arsenal británico y del de la Unión Soviética, que también recibió unidades. En total, se fabricaron unos 50.000 de estos vehículos, en diferentes versiones producidas por prácticamente todas las grandes automotrices estadounidenses: Ford, General Motors y Chrysler, entre muchas otras.
El tanque pesaba unas 30 toneladas, con 5,89 metros de longitud, 2,62 de ancho y 3 de alto (uno de sus puntos débiles en combate). Podía alcanzar una velocidad máxima de 42 kilómetros por hora, y estaba equipado con motores General Motors, Chrysler o Wright Whirlwind, de aproximadamente 400 caballos de fuerza. Su armamento básico era el cañón de 75 milímetros, pero recibió con el tiempo varias mejoras en esta área.
Solo el icónico T-34 ruso, entrado en servicio en 1941, se produjo en mayores números que el Sherman.
Este tanque estadounidense fue en sus inicios uno de los mejores del mundo, aunque con el paso del tiempo su diseño comenzó a mostrar señales de obsolescencia frente a los nuevos modelos lanzados por Alemania y la URSS, especialmente en lo referido a su limitado cañón de 75 milímetros y su blindaje relativamente ligero. Sobrevivió en servicio, sin embargo, en base a su fiabilidad mecánica, solidez del diseño y grandes números. Y posteriormente, armado con cañones más eficaces, tendría una larga historia de servicio durante la Guerra Fría, especialmente en Medio Oriente.
Los M4 Sherman fueron utilizados para equipar a las fuerzas acorazadas del Segundo Cuerpo polaco, una unidad creada en 1943 por los aliados y en base al modelo de organización británico. Este Segundo Cuerpo pertenecía a las Fuerzas Armadas Polacas en el Oeste, institución creada por el Gobierno polaco en el exilio, a su vez surgido tras la derrota de Polonia luego de la invasión alemana de 1939, pero en la práctica operaba dentro de la órbita del Ejército Británico.
Combatió en Egipto y Libia contra las tropas germanoitalianas, y en 1944 fue trasladado a Italia, donde participó en la Batalla de Montecassino, una de las más duras de la guerra, y en las de Ancona y Bolonia.
El Segundo Cuerpo no era una fuerza simbólica. Comandada por el general Władysław Anders, llegó a tener cerca de 75.000 miembros, entre polacos exiliados al comienzo de la guerra y aquellos prisioneros liberados y que se incorporarían después. Fue una unidad de combate de enorme reputación dentro del 8° Ejército Británico, y en consecuencia sufrió fuertes bajas hasta el fin de la guerra en mayo de 1945.
Solo a manera de ejemplo, elementos de la segunda brigada acorazada, parte del Segundo Cuerpo, perdieron el 75% de sus tanques durante la Batalla de Montecassino contra unidades alemanas atrincheradas en torno a un monasterio medieval italiano, entre enero y mayo de 1944, y al final del combate toda la unidad debió ser enviada a descansar y reponer sus bajas, según resalta el historiador anglopolaco Krzystof Barbarski en su libro Carros polacos 1939-1945.
Terminado el período de descanso, tanques e infantería del Segundo Cuerpo volvieron al frente para participar de la Batalla de Ancona en julio de ese año y serían la vanguardia del asalto aliado sobre Bolonia en abril de 1945.
Los Sherman en Argentina
Al igual que el resto de los países beligerantes, el Reino Unido comenzó una desmovilización masiva de sus soldados y de las unidades de extranjeros bajo su órbita, como el Segundo Cuerpo, tras el fin de la guerra. En el caso de los polacos, la mayoría se radicó en el Reino Unido o bien emigró a otros países, pero muy pocos retornaron a Polonia, en ese momento ocupada por la URSS, indica Barbarski.
Al mismo tiempo, Londres empezó a desprenderse del excedente de equipo militar que ya no tenía sentido acumular en tiempos de paz.
Para saldar parte de las deudas que Gran Bretaña mantenía con Argentina, que le proveyó de alimentos durante el conflicto, más de 400 tanques Sherman fueron entregados al país sudamericano, que a su vez estaba buscando equipar a sus fuerzas acorazadas con un tanque moderno y competitivo (en ese momento el más poderoso de América del Sur). También hay versiones que hablan de una compra del equipo a Bélgica.
Cerca de la mitad de este contingente estaba formado por la versión “Firefly”, creada por los británicos a partir del montaje de un cañón QF de 17 libras (76,2mm), muy superior en función antitanque al arma original de 75 milímetros.
No está del todo claro cuántos de estos tanques habrían servido en el Segundo Cuerpo polaco, ni tampoco si alguno de ellos sigue existiendo en la actualidad.
Los blindados llegaron al país entre 1946 y 1947, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, y prestaron servicio durante décadas. Su última versión Repotenciada, que portaba un cañón de 105 milímetros, se mantuvo operativa hasta finales de la década de 1970, cuando fue reemplazado por el Tanque Argentino Mediano (TAM), y algunos remanentes fueron finalmente vendidos a Paraguay, que, al menos en el papel, aún los opera.
En Argentina sobrevive un número no especificado de Shermans, completamente fuera de servicio y emplazados en museos, almacenes y monumentos alrededor del país.