Desde su lanzamiento, captó a miles de usuarios que buscaban por distintos motivos probar el vapeo. Sin embargo, hoy, con cifras alarmantes de heridos y víctimas fatales, se revelan los secretos detrás de la nueva adicción.
El número es alarmante. Son 17 las víctimas fatales en Estados Unidos por lesiones pulmonares relacionadas con el consumo de cigarrillo electrónico. Y es que lo que comenzó como un método eficaz -o eso parecía- para dejar de fumar para algunos, o como una “moda” para otros, se convirtió pronto en un arma letal que amenaza la salud.
En este contexto de esclarecer qué es lo que sucede en el organismo al vapear, un estudio publicado por el New England Journal of Medicine, acerca de las victimas fatales por vapeo, los científicos encontraron los mismos tipos de daños pulmonares similares a los de la inhalación de químicos altamente tóxicos. Los investigadores pertenecientes a Mayo Clinic aseguraron que las patologías no se deben a una neumonía lipídica, como muchos otros sugirieron, sino daños similares a los que suceden cuando los pulmones están expuestos a los gases químicos.
¿Cómo funcionan?
Según Mayo Clinic los cigarrillos electrónicos son dispositivos a batería que calientan una solución líquida (que generalmente contiene nicotina, aunque no siempre) y la convierten en un vapor que se puede inhalar. A veces, se los llama e-cigarrillos, vaporizadores electrónicos o sistemas electrónicos de administración de nicotina. El uso de cigarrillos electrónicos se conoce como vapear.
Algunos cigarrillos electrónicos se parecen a los cigarrillos, cigarros o pipas tradicionales. Otros, en cambio, parecen bolígrafos, memorias flash o tienen un diseño completamente diferente. Los cigarrillos electrónicos pueden desecharse o recargarse. La mayoría de la gente usa un cartucho, que cuando es desechable se conoce como “pod”, o tiene un tanque recargable que contiene el líquido o jugo electrónico. Ese líquido generalmente contiene nicotina, saborizantes, glicol propileno y glicerina vegetal.
La cantidad de nicotina en el líquido electrónico determina la potencia del cigarrillo electrónico, expresada en miligramos por mililitro o como porcentaje. Sin embargo, los estudios han planteado la inquietud de que las etiquetas del producto no siempre dan información exacta sobre el contenido de nicotina. Algunos cartuchos contienen una forma concentrada de nicotina, llamada sal de nicotina. Un cartucho que contiene un 5 por ciento de sal de nicotina puede tener tanto como 30 a 50 miligramos de nicotina, cantidad de nicotina equivalente a la que se encuentra en uno a tres paquetes de cigarrillos.
El peligro de los cigarrillos electrónicos
A mitad del año 2019, los departamentos de salud estatales en los Estados Unidos reportaron más de 800 posibles casos de enfermedades pulmonares graves asociadas con el uso de dispositivos para vapear y la Asociación Médica Estadounidense instó a la población a que lo dejen de hacer. Estos casos plantearon la inquietud de que vapear puede causar daño pulmonar. Por otro lado, Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades recomendaron que se dejen de usar productos de cigarrillos electrónicos, mientras la organización investiga la causa de las enfermedades pulmonares.
Como los cigarrillos electrónicos no queman tabaco, la mayoría de los expertos está de acuerdo en que probablemente tengan menos efectos nocivos que los cigarrillos tradicionales; pero algunos cigarrillos electrónicos quizás contengan sustancias nocivas, como carcinógenos, sustancias químicas tóxicas, y delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente psicoactivo de la marihuana.
A los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina no se los considera seguros para los adolescentes, los adultos jóvenes, ni las mujeres embarazadas. La nicotina puede dañar el desarrollo del cerebro en los niños y los adultos jóvenes hasta que tengan más de 20 años y es tóxico para los fetos en desarrollo. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, algunos niños y adultos también se han intoxicado al tragar, inhalar, o absorber el líquido de los cigarrillos electrónicos por la piel o los ojos.
Los cigarrillos electrónicos también representan un riesgo de adicción a la nicotina en los jóvenes y los adultos que no fuman cigarrillos tradicionales y eso podría llevarlos a usar los cigarrillos electrónicos de forma prolongada, hecho cuyas consecuencias todavía se desconocen, o a fumar cigarrillos tradicionales. Los estudios muestran un aumento en el uso de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes, lo que se relaciona con más uso futuro de cigarrillos tradicionales.
Las baterías defectuosas de los cigarrillos electrónicos han provocado incendios y explosiones, en su mayoría cuando se están cargando.
¿Los cigarrillos electrónicos ayudan a la persona a dejar de fumar?
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no aprueba los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar.
Los estudios para probar si los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a dejar el tabaco han dado resultados mixtos. Unos pocos sugieren que usar solamente cigarrillos electrónicos con nicotina para dejar de fumar puede surtir efecto a corto plazo, comparado con usar reemplazos medicinales para la nicotina. Sin embargo, no hay suficiente evidencia que compare la seguridad y eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar con tratamientos establecidos y basados en evidencias. Los cigarrillos electrónicos podrían ser adecuados solo para quienes no están dispuestos a dejar de fumar con terapias basadas en evidencia o que no tuvieron éxito con estas terapias.
Si usas cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, recuerda que tu meta es dejar de usar por completo todos los productos a base de tabaco. Además, no se recomienda de ninguna manera usar cigarrillos electrónicos con nicotina y fumar cigarrillos tradicionales.
En el caso de querer dejar de fumar, la FDA ha autorizado varios medicamentos que han comprobado ser seguros y efectivos para este propósito. Lo que se ha demostrado que funciona mejor es una combinación de medicamentos y terapia. Debido a las inquietudes no resueltas respecto a la seguridad y a la falta de conclusiones de los estudios sobre los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar, desde Mayo Clinic no los recomienda para dejar este hábito.
En calidad de director del Centro para Dependencia a la Nicotina de Mayo Clinic, el Doctor J. Taylor Hays ya expresó inquietudes similares respecto a vapear: “Lo más importante es que la gente sepa que vapear no implica inhalar vapor de agua, sino una solución compleja de sustancias químicas que se alteran desde su estado original porque se calientan a altas temperaturas. Si bien no se considera peligroso ingerir estos compuestos (saborizantes como la canela y vehículos como la glicerina vegetal), no es seguro calentarlos e inhalarlos porque sus componentes químicos cambian”.
“Muchas de las sustancias químicas que ahora se inhalan son diferentes aldehídos y otros componentes derivados de esos originales, sobre los que se cree que probablemente son nocivos porque se sabe que algunos de ellos tienen el potencial de causar cáncer”,aseguró el Dr. Hays.
Fuente: Infobae.