Te invitamos a leer la reseña de "Guasón" la película del icónico villano protagonizada por Joaquin Phoenix.
Por Silvio Pratto
En la antesala del lanzamiento de esta, la primera película en solitario del Joker -o el Guasón, esa traducción que por estas pampas popularizó primero la serie de Batman de los 60 y luego la recordada versión de Jack Nicholson en la película de 1989- tanto su director Todd Phillips como Joaquin Phoenix cargaron sobre sus espaldas no solo el peso específico que supone trabajar sobre un personaje icónico para la cultura popular sino también, y quizás aún más, el de al menos equiparar su trabajo con versiones pretéritas de una enorme estatura interpretativa que además, contribuyeron a la constitución del desequilibrado payaso como el villano por antonomasia excediendo ampliamente su condición de "personaje de comics".
Y es que a la mencionada interpretación de Nicholson en "Batman" (1989) la sucedió un Heath Ledger extraordinario, según la mirada de Christopher Nolan en "The Dark Knight" (2008) Y si bien la encarnación de Jared Leto en "Suicide Squad" (2016) resultó apática, la mitología del personaje se mantuvo intacta.A esos pergaminos, Joaquin Phoenix ha sumado una actuación descomunal que quedará sin dudas en la historia del cine moderno. Y si bien no era una novedad la capacidad del actor, esta performance pareciera ser el cenit absoluto de su carrera. Phoenix construye a un Joker cuyo derrotero de víctima a victimario se desanda a lo largo de un guión de un mensaje corrosivamente político, que pone el acento en las consecuencias que las desigualdades de un sistema perverso tiene en las clases subalternas. Phillips utiliza como excusa la multiplicidad de problemas que en la ficción llevan al Joker a convertirse en un criminal sociópata para trazar un paralelismo sin demasiadas metáforas sobre las oportunidades que el sistema ofrece a pobres, enfermos, refugiados o excluidos por no responder a lo normativo.