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Revista

Mitos y verdades sobre los primeros auxilios

Bajo el lema “Salud universal: para todos y todas, en todas partes”, este 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud.

07/04/2019

Los primeros auxilios son un elemento clave, ya que comprenden técnicas y procedimientos que conforman el paso inicial de la llamada “cadena de supervivencia” y que debemos tener en cuenta en situaciones de emergencia cuando una persona enferma o lesionada precisa ayuda, hasta la llegada de profesionales especializados.

La Dra. María Valeria El Haj, Directora Médica de Vittal, destaca cuáles son los grupos de emergencia y cómo se debe actuar según cada caso.

Emergencias por lesiones: se trata de personas lastimadas por algún elemento punzante; quienes sufran una hemorragia visible en alguna parte del cuerpo o sean víctimas de un traumatismo.

Emergencias médicas: un ejemplo de esto son las personas con hipoglucemias o que manifiesten problemas respiratorios, sufran ataque al corazón o cuadros severos de alergias, etc.

Emergencias medioambientales: son aquellas ocurridas por picaduras, mordeduras, golpes de calor, intoxicaciones, etc

“Al acercarnos a una persona en situación de emergencia, lo primero que debemos hacer es presentarnos, explicarle que conocemos sobre primeros auxilios y consultarle si nos permite ayudarla”, detalla la Dra. El Haj. Además, indica que es imprescindible observar alrededor y verificar las condiciones de seguridad del lugar para no exponerse a un peligro.

En cuanto a la atención primaria, la máxima principal de los primeros auxilios es no mover a una persona enferma o lastimada y llamar a una ambulancia o al servicio médico de forma inmediata, accionando la cadena de sobrevida.

El botiquín es un dispositivo indispensable para practicar primeros auxilios y debe incluir: jabón neutro (blanco) para higienizar heridas; alcohol en gel para la desinfección rápida de las manos; termómetro; guantes de látex descartables ya que no se debe tocar directamente ninguna secreción; gasas y vendas; antisépticos (yodo povidona, agua oxigenada); tijera para cortar gasas y vendas o la ropa de la víctima; y cinta adhesiva. De manera complementaria se recomienda el uso de antiparras como barrera de protección ocular para enfermedades; máscara de reanimación cardiopulmonar con válvula unidireccional para practicar RCP de forma segura; alcohol al 70% para la limpieza de instrumental de primeros auxilios; linterna; solución salina normal (fisiológica); pinza larga sin dientes; anotador y lapicera para registrar datos que puedan ser solicitados por el servicio de emergencias; y pañuelos grandes para vendaje de miembros.

En el caso de pacientes que sufren un paro cardiaco extrahospitalario (PCEH), éstos dependen de la asistencia que se les preste en su comunidad o entorno social. Los testigos deben reconocer el paro cardiaco, pedir ayuda, iniciar la RCP y realizar la desfibrilación (si está disponible) hasta que el equipo de emergencias se haga cargo y traslade al paciente a un servicio de urgencias o laboratorio de cateterismo.