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Antes de ser ejecutado en la silla eléctrica dijo: "vamos a rockear"

Edmund Zagorski, de 63 años, fue sentenciado por un doble asesinato en 1983. Eligió este método de muerte por sobre la inyección letal.

02/11/2018

Más de una década después de la última ejecución con silla eléctrica en Tennessee, Estados Unidos, el condenado Edmund Zagorski fue electrocutado este jueves en la cárcel de Nashville. Estaba sentenciado por un doble asesinato desde 1983.

Según el medio local The Tennessean, Zagorski, de 63 años, fue breve en sus últimas palabras y dijo: "Vamos a rockear". Acto seguido, de acuerdo con el protocolo previsto, se le suministró una descarga eléctrica de 1.750 voltios durante 20 segundos, seguida de una pausa y otra descarga similar por 15 segundos más.

Ocho personas, en su mayoría familiares, pudieron ingresar en la sala para presenciar su muerte. El condenado estaba sujetado a la silla con cadenas y tiras en sus manos y pies. Luego su rostro se cubrió con una tela negra para que los testigos no pudieran verlo mientras se sacudía.

"La muerte de Edmund Zagorski se llevó a cabo mediante electrocución", confirmó la directora de Comunicación del estado, Neysa Taylor, en conferencia de prensa.

Zagorski había estado condenado a muerte durante 34 años por los asesinatos de John Dale Dotson y Jimmy Porter. Los fiscales argumentaron que Zagorski los citó con la promesa de venderles marihuana, y luego les disparó, les cortó la garganta y les robó el dinero.

Tennessee no recurría a la silla eléctrica desde 2007, aunque fue el estado de Virginia el último en utilizarla, en 2013.

Virginia y Tennessee -así como otros siete estados- conservan la silla eléctrica como método secundario de ejecución en caso de que los presos la prefieran por sobre la inyección letal, que es la primera opción en todo el país.

Tanto Daryl Holton (en Tennessee, 2007) como Robert Gleason (Virginia, en 2013) pidieron morir en la silla eléctrica.

Zagorski, de 63 años, iba a recibir inicialmente una inyección letal el 11 de octubre, pero a última hora pidió la silla eléctrica.

Hasta el momento, Estados Unidos ha ejecutado a 1.485 personas desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte hace cuatro décadas. Tennessee, por su parte, hizo lo propio en siete casos.