La empresaria de la moda ha sido señalada por la extrema delgadez de sus modelos.
La ex Spice Girl y esposa de la estrella del deporte David Beckham se encuentra nuevamente en el centro de una polémica vinculada a la contratación de modelos excesivamente delgadas para que sean parte de producciones fotográficas de campañas de alto impacto.
Asociada en el pasado con trastornos alimenticios, Victoria Beckham hizo oídos sordos a las críticas y recomendaciones de expertos que llaman a utilizar modelos con anatomías más reales, siendo su última campaña vinculada a su línea de gafas la que ahora es foco de planteos de todo tipo por supuestamente fomentar la anorexia al mostrar a una mujer excesivamente delgada.
La lituana Giedre Dukauskaite ha quedado envuelta en un verdadero escándalo tras publicarse en las distintas redes sociales de la ex "Posh Spice" una sucesión de imágenes que la muestran luciendo unos anteojos de inspiración retro, combinados con una camisa de seda color piel y unos pantalones holgados en tono rosado del mismo género.
Pero no fue el vestuario el que comenzó a viralizarse en redes sino la excesiva flacura de la mannequin, quién comenzó a ser criticada por no representar a la mujer actual. "Esta mujer puede ser naturalmente delgada y hermosa, pero utilizar modelos tan flacas crea un objetivo no realista para muchas niñas, algo completamente irresponsable" comentó una seguidora de Victoria Beckham en Twitter.
"¿Por qué no usar a mujeres saludables y normales, qué intentan demostrar? Por favor, basta de hacerle creer a nuestras niñas que está bien pasar hambre" se preguntó otra usuaria, sumada a más de 400 comentarios sobre las fotos, en su mayoría negativos.
Un estudio reciente liderado por un grupo que aboga por la correcta representación de la mujer en conjunto con las universidades de Harvard y Northeastern arrojó resultados reveladores sobre las modelos referente de la industria de la moda, los cuales fueron publicados en una revista científica sobre desordenes alimenticios.
El 81 por ciento de las modelos evaluadas reportaron un índice de masa corporal menor a 18.5, rango que la Organización Mundial de la Salud considera por debajo del peso mínimo. A pesar de haber sido señalada en repetidas oportunidades por su peso excesivamente bajo y aspecto frágil, la empresaria y diseñadora continúa apostando por la controversial estética que al parecer se resigna a desaparecer de las pasarelas, revistas y el imaginario colectivo de millones de niñas alrededor del mundo.