La modelo, desde hace algo más de un mes, cortó para siempre la relación con Cristóbal López, el polémico empresario que se encuentra enfrentado con Marcelo Tinelli. Todavía no lo quiere confirmar en los medios, pero sus vidas ya no son lo que eran.
Hasta aquí hemos llegado”, bien podría decir Ingrid Grudke, pero la modelo misionera elige ser tan reservada como siempre lo fue en su vida (¿o no son pocos los que saben que ella fue una de las novias más queridas por Marcelo Tinelli?). Los días junto a Cristóbal López no corren más desde fines de agosto, y el noviazgo se cortó cuando estaba transcurriendo su tercer año (comenzaron a salir en 2014). Las causas de la ruptura fueron varias, pero los agitados días que vive frente a la Justicia el empresario kirchnerista mucho tuvieron que ver. “Ella es una mina muy fiel, lo quiere a Cristóbal, pero no puede creer en todo lo que está metido, y los caminos día a día se le cierran”, dijo una fuente que bien conoce a Grudke.
Volver a empezar. Como si se tratara de un juego, Ingrid pasó por la peluquería y dejó atrás su rubia cabellera para verse de colorada casi flúo. “Es todo un síntoma de una mujer separada”, dicen. Hace algunas semanas se la pudo ver en la Avenida Corrientes de la mano de Gustavo Barbosa, pero nada de eso tuvo seriedad. El es un relacionista público que la conoce desde hace años y trabaja, además, como escenógrafo, mundo en el que Grudke quiere volver a meterse como actriz. “Ella está sola, y no quiere que la vean con nadie porque empiezan los rumores sin fundamentos. Siente aprecio por Cristóbal, pero no daba para más una historia de amor que comenzó con muchas mentiras”, terminó la misma fuente. Las salidas de Ingrid hoy son sola (su sitio preferido es el cine) o con amigas: su mente está puesta en lo laboral y en volver a la vida que supo tener lejos del poder.
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