Se acercan momentos de definición en la causa con Ariel Diwan, donde se disputan la vivienda en la que actualmente vive ella con su hijo. El productor la reclama y ella da pelea.
En el 2015, Ariel Diwan apareció en el piso de Intrusos de improviso para dar una información muy importante. Allí declaró que Ian, el hijo de Gisela Bernal, no era de él. “Me hice un ADN y pude confirmar que el hijo de ella no es mío”. Más tarde se supo que el verdadero padre de la criatura es Francisco Delgado.
Desde aquel entonces a la actualidad, esta historia, que quedará marcado como uno de los escándalos más importantes de la farándula, empezó a sumar capítulos. Visitas al juzgado, denuncias cruzadas y amenazas de uno y el otro lado. A dos años de su inicio, la causa va ingresando en momentos de definición.
Unos de los temas por los que Diwan y Bernal no dan el brazo a torcer, es por la casa en la que vive actualmente la bailarina junto a su hijo y que el empresario reclama como propia. Al parecer, según trascendió, Ariel accedería a venderla y repartir el dinero en partes iguales.
Lejos de aceptarlo, Gisela fue contundente: “No me la van a quitar, no hay manera. El tema es complicado porque yo también colaboré, puse dinero y todos mis ahorros ahí y no es cuestión de dividir y ya está. De todas maneras estoy tranquila porque sé que el tiempo me va a dar la razón”.
Por otro lado, contradijo a Diwan sobre el supuesto reclamo en la justicia para poder ver al nene pese a no ser el padre, pero apoyado en el vínculo que crearon. “Eso fue todo mediático. Los reclamos nunca se hicieron donde se correspondía, que es en la Justicia. Ni siquiera su abogado se lo planteó al mío. Para él la cuestión siempre fue el dinero, no ver al nene”.
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