Un chico de 15 años declaró en cámara Gesell y aportó datos "útiles para reforzar los elementos" que existen para "imputar a los detenidos", señaló la jueza Falco.
El testimonio de un adolescente podría marcar un antes y un después en la investigación del crimen de Marito Salto, el niño asesinado brutalmente en Quimilí hace casi un año.
Este lunes por la tarde, un chico de 15 años declaró en cámara Gesell en el marco de la causa encabezada por la jueza Rosa Falco y dejó aún más comprometido a Rodolfo "Rodi" Sequeira, uno de los dos detenidos (el otro, Daniel Tomás "Chicho" Sosa).
En declaraciones en exclusiva a Noticiero 7, la magistrada señaló que se trató de "un testimonio muy importante". Y añadió: "Ha aportado datos que son útiles para corroborar la hipótesis que veníamos manejando y reforzar los elementos que tenemos para las imputaciones de los dos detenidos".
El adolescente ya había declarado anteriormente en el inicio de la investigación. "En su momento no había aportado los datos que ahora mencionó; dijo que en aquella oportunidad tenía mucho miedo", manifestó Falco.
Fuentes allegadas a la investigación sostienen que el menor estaba junto a su hermano detrás de unos hornos de una fábrica de ladrillos cercana a la laguna donde iba a pescar habitualmente Marito. Y en su declaración relató que el día que Salto desaparece habría escuchado un grito estremecedor y que minutos después habría visto salir de la zona a Sequeria y a "Burra" Rodríguez.
Por otro lado, la jueza contó que desde Buenos Aires le enviaron, en los últimos días, un informe preliminar de la reautopsia del cuerpo de Marito, el cual -según fuentes judiciales- confirma que la causa del deceso del nene de 11 años fue por asfixia.