La producción pagó 300 mil pesos por el alquiler del predio. La venta de entradas dejó unos diez millones de dólares, a lo que habría que restarle el costo de seguridad y logística.
El recital del Indio Solari en Olavarría, con el trágico saldo de dos muertos y decenas de heridos. Pero también comenzaron las estimaciones sobre la recaudación del masivo recital al que asistieron entre 200 y 300 mil personas. Y sobre los costos de infraestructura y seguridad para tamaño evento.
El sitio Infobae señaló que, a 800 pesos por entrada, con 160 mil tickets que se esperaban vender, los organizadores podían aspirar a recaudar 160 millones de pesos, lo que representan unos 10 millones de dólares al cambio del día.
Según el contrato, la producción pagó 300 mil pesos por el alquiler del predio. A ello habría que sumarle la tasa municipal.
Desde el portal señalaron que un show de la magnitud de Olavarría demanda, para tener estándares de seguridad internacionales, una inversión en seguridad cercana al millón de dólares, lo que incluye bomberos y rescatistas de Cruz Roja. Por los costos de sonido, iluminación y logística se estima otro millón de dólares más. De esta manera, estiman que, con una inversión de 2 millones de dólares y un 12 por ciento de impuestos de Sadaic, la recaudación final de el Indio y su banda -Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado- podría llegar a los 7 millones de dólares.
El municipio. El predio estaba habilitado para 200 mil personas en una ciudad de 111 mil. Una ciudad encima de otra. El intendente Ezequiel Galli autorizó el recital, colocando al municipio como "fiador de las obligaciones que la productora asume frente a la cedente". Ayer el intendente dijo que la situación "se fue de las manos", pero que "la responsabilidad del municipio fue controlar la calle y el sistema de salud, y eso no colpasó".
La masiva concurrencia implicó también que colapsara el ingreso y egreso de autos, combis y colectivos. El "plan de contingencia y evacuación" del municipio quedó al desnudo cuando decidieron trasladar a los jóvenes en camiones de carga para sacarlos de la ciudad.