Señalaron al legislador kirchnerista como responsable de que no hayan podido ingresar al acto y a la salida, enojados por el episodio, lo golpearon.
A golpes de puños y patadas, ex combatientes de Malvinas agredieron anoche al diputado kirchnerista José María Díaz Bancalari, que, mareado, debió ser socorrido por la Policía Federal para ponerse a resguardo en un automóvil.
Apenas acabado el discurso de Cristina Kirchner, el diputado hablaba con la prensa en la puerta de la Casa Rosada. Mientras daba su opinión sobre el anuncio presidencial, Díaz Bancalari fue increpado por ex combatientes, que estaban furiosos por no haber podido entrar a la ceremonia.
"Nos hicieron creer que éramos la parte fundamental del anuncio, pero dejaron a más de la mitad de los compañeros afuera -dijo después a LA NACION Sergio Novarín, dirigente de la Federación de Ex Combatientes de la Provincia de Buenos Aires-. Entraron muy pocos veteranos, después entró La Cámpora y no pudo ingresar ningún compañero más", denunció.
"Es por eso que los muchachos estaban muy calientes, muy desilusionados", agregó Novarín.
Después de una breve discusión, Díaz Bancalari huyó para volver a detenerse a 30 metros de distancia, donde prosiguió en sus declaraciones a la prensa, en las que le bajó el tono al hecho: "Vienen a provocar, son mandados", sostuvo.
Video: Agredieron al diputado Díaz Bancalari (C5N)
Mientras se encontraba en esta segunda ronda de preguntas, uno de los veteranos lo encontró y la discusión siguió. El diputado lo acusó de no querer recuperar las Malvinas, lo que enardeció al ex combatiente. Junto con un grupo de sus compañeros, comenzaron a agredirlo.
Después de feroces patadas y varias trompadas, la policía actuó separando al diputado de sus agresores y metiéndolo en un auto. Sin embargo, nadie quedó detenido.
Vieja enemistad
La enemistad entre los ex combatientes y Díaz Bancalari no es una novedad. En 2008, el diputado presentó un proyecto de ley junto al senador, también kirchnerista, Fabián Ríos. En ese proyecto se ponía en igualdad de condiciones a ex combatientes y movilizados durante la guerra, que se mantuvieron en el continente.
El proyecto no pudo ver la ley justamente por la resistencia de los ex combatientes, que amenazaron con suicidarse en el recinto si el proyecto prosperaba; además de protagonizar duros enfrentamientos con la policía.
"Encima que banca a los movilizados, nos trata de cagones", dijo Alfredo Pucci, dirigente de la agrupación M-28.
La agresión no calmó ningún ánimo. Lejos de irse, muchos ex combatientes se quedaron en la salida de la Casa Rosada expresando su enojo, que estaba más que nada dirigido hacia Rodolfo Cortez, coordinador de la Comisión Nacional de ex Combatientes, que depende de la Presidencia de la Nación.
Cortez fue el encargado de invitar a las asociaciones de ex combatientes al acto. "Rodolfo Cortez nos utilizó; nuestros lugares fueron ocupados por organizaciones políticas", denunció Omar Sánchez, presidente de la Federación de ex Combatientes de la Provincia de Buenos Aires.
"Nosotros queríamos un reconocimiento y nos ofrecieron un chaleco de fuerza, nos basurearon mal, nos manosearon", se lamentó con resignación uno de los veteranos.
Repudio a la agresión
Apenas realizada la agresión, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, manifestó su repudio al ataque.
"Lamentamos estos hechos de violencia. Todo reclamo y reivindicación deben canalizarse por la vía institucional y de manera pacífica", destacó Domínguez en un comunicado.
El jefe del bloque de diputados del Frente Para la Victoria, Agustín Rossi, expresó, en nombre de todo el bloque de diputados nacionales de su partido, su más "enérgico" repudio "a las agresiones recibidas" por Díaz Bancalari" al finalizar el acto por las islas Malvinas.
"Es una pena que algunos hayan aprovechado una oportunidad como esta para fines violentos y merece nuestro más absoluto rechazo", consideró Rossi.
Fuente: La Nación.