El canciller subrayó que se trata de economías complementarias, en las que Europa necesita energía y productos agrícolas, mientras que el acuerdo permitiría reducir aranceles, mejorar la competitividad y ampliar el comercio bilateral, con beneficios directos para los consumidores de ambos bloques.
Más allá de la negociación con la UE, Quirno destacó que el Mercosur mantiene tratativas con múltiples países y regiones, entre ellos Japón, Vietnam, India, Indonesia, Emiratos Árabes, Canadá y el Reino Unido, además de un acuerdo recientemente cerrado con un bloque europeo por fuera de la Unión.
En ese escenario, insistió en que la Argentina promueve espacios de flexibilidad que permitan avanzar en acuerdos bilaterales, cuando los consensos internos del Mercosur retrasan definiciones. “Hay países que quieren firmar con el Mercosur y, si no logramos avanzar, necesitamos mecanismos que nos permitan no perder esas oportunidades”, explicó.
En el plano político, el canciller ratificó la posición firme del Gobierno argentino contra el régimen de Nicolás Maduro, al que volvió a calificar como una dictadura narcoterrorista, y aseguró que existe una mayoría de países del Mercosur que repudia la situación en Venezuela, aunque aclaró que no se trata de una postura formal del bloque en su conjunto.
Quirno recordó que Maduro enfrenta acusaciones judiciales en Estados Unidos, con pedidos de captura vigentes, y destacó el respaldo regional a María Corina Machado, en el marco de los reclamos por una normalización democrática en el país caribeño.
El Canciller argentino, Pablo Quirno, se refirió al estado de la negociación entre Argentina y Estados Unidos por el acuerdo comercial y aseguró que la misma entró en su recta final. "Está prácticamente cerrado", sostuvo en la previa de la cumbre del Mercosur que tiene lugar este sábado en Brasil.
En detalle, el pasado 13 de noviembre ambos gobierno comunicaron los principales puntos que abarcaría el Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos. Entre las medidas más destacadas se encuentran; reducción de aranceles; apertura de mercados agrícolas; inversiones en minerales críticos y estabilización del mercado mundial de la soja, entre otras.
En este marco, y a la espera de sellar el histórico entendimiento, Quirno explicó: "Lo que estamos esperando es una definición de agendas para la firma y para lograr una fecha de firma y terminar...”.
“Entendamos también que Estados Unidos está negociando con otros cien países del mundo y, en ese sentido, la agenda de ellos está un poco más ocupada que la nuestra”, justificó el Canciller.
A pesar de la demora - luego del anuncio realizado más de un mes atrás - el funcionario se mostró confiado y concluyó: “Somos muy optimistas de que es un acuerdo que se va a firmar prontamente y que va a traer muchísimos beneficios para todos”, concluyó Quirno.