El caso conmociona a Brasil tras el descubrimiento de material audiovisual que compromete a la pareja en delitos de abuso sexual infantil.
Una joven madre brasileña Leiliane Vitória Oliva Coelho (22) y su novio, Andrey Gabriel Eduardo Bento Zancarli (23), fueron detenidos en la ciudad de Ribeirão Preto y acusados de abusar sexualmente de la hija de Leiliane, una nena de apenas 3 años, y de grabar videos con escenas de abuso.
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La investigación se disparó cuando un amante Leiliane encontró mensajes y videos en el celular de la mujer que evidenciaban los abusos.
El denunciante dijo que la niña mostraba un comportamiento retraído, se despertaba asustada y pedía “parar”, lo que le llamó la atención y lo llevó a alertar a la policía el martes.
Según la comisaria Michela Ragazzi, la Justicia autorizó un allanamiento en la casa de la pareja, donde los agentes detuvieron a Andrey, que estaba con la nena y un bebé de cuatro meses, hijo de la pareja. Leiliane fue arrestada en su trabajo, un restaurante de un shopping en la zona sur de la ciudad.
Ambos fueron trasladados a la comsaria de Defensa de la Mujer de Ribeirão Preto. La Justicia convirtió la detención en prisión preventiva.
Los servicios de Protección Infantil se hicieron cargo de ambos nenes.
Ragazzi, dijo que los detenidos afirmaron que las filmaciones tenían como objetivo satisfacer sus fantasías sexuales. “Dijeron que estos intercambios de mensajes contenían fantasías sexuales entre ellos y que no expusieron a la menor a ningún acto lascivo o sexual”, comentó.
En los celulares de los dos sospechosos, la policía encontró videos y mensajes que, según el parte oficial, no dejan dudas sobre la existencia de abuso sexual infantil.
“Estas pruebas materiales permitieron detener a la pareja en flagrancia por cuatro delitos graves de índole sexual”, explicó la comisaria Ragazzi. La policía también investiga si la nena era dopada durante los abusos.
En declaraciones al canal EPTV, la madre admitió haber grabado al menos un video y se mostró arrepentida: “Amo a mi hija, no sé qué me pasó. Un video arruinó todo. Una cosa mala que hacés anula todas las buenas. Me merezco todo lo que venga”.
Por su parte, Andrey calificó el caso como “un error” y negó haber abusado de la nena: “No está todo bien, sé que fue un error gigante, pero quiero dejar claro que no tocamos a la nena, no hicimos nada sexual con ella”.
Sin embargo, la comisaria Ragazzi sostuvo que ambos reconocieron haber grabado videos con escenas sexuales que involucraban a la menor, y que lo hacían para satisfacer fantasías propias.
La Policía tiene 30 días para cerrar la investigación. Entre los próximos pasos figuran la declaración de otros familiares y la pericia de los celulares secuestrados. También buscan determinar desde cuándo ocurrían los abusos y si la nena era drogada durante los hechos.
La menor será sometida a exámenes médicos y a una “escucha especializada”, un procedimiento con psicólogos para víctimas de violencia infantil. La delegada remarcó que las pruebas ya reunidas son contundentes.
La pareja enfrenta cargos por violación de una persona vulnerable, un delito que, según la ley brasileña, no requiere que haya una relación sexual para ser considerada violación, así como cargos de difusión de material sexualmente explícito y explotación sexual infantil.