Los últimos tres ganadores del fútbol argentino cerraron sus festejos con una misma postal impensada.
Lo que parecía una simple curiosidad terminó transformándose en una marca inédita del fútbol argentino. Vélez, Platense y Rosario Central, los tres campeones más recientes a nivel local, compartieron un mismo desenlace: sus entrenadores dejaron el cargo poco después de consagrarse. Tres historias distintas, pero un patrón idéntico que expone la fragilidad de los proyectos incluso con títulos bajo el brazo.
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El primer caso se dio en Liniers. Gustavo Quinteros, campeón de la Liga Profesional, decidió no renovar su contrato pese a que las negociaciones económicas estaban avanzadas. La ruptura se dio por diferencias en el proyecto deportivo para 2025.
“Esperé para reunirme con Berlanga y Ricky Álvarez, pero no pudimos llegar a un acuerdo”, explicó el DT, que se fue tras llevar al Fortín a tres finales, lograr un título y clasificar a la Copa Libertadores.

El segundo capítulo ocurrió en Vicente López. La dupla Favio Orsi–Sergio Gómez, campeona del Torneo Apertura 2025 con Platense, presentó su renuncia apenas un mes y medio después de la consagración. Si bien inicialmente se habló de “motivos personales”, luego ambos reconocieron un fuerte desgaste con la dirigencia.
“Si seguíamos, a la cuarta fecha nos íbamos a estar matando. Se perjudicaba el club”, admitió Gómez. Incluso dejaron parte del contrato en favor de la institución y negaron conflictos con el plantel.

El caso más resonante fue el de Rosario Central. Ariel Holan, campeón y líder de la tabla anual, parecía tener continuidad asegurada de cara a la Copa Libertadores 2026, pero el club anunció una rescisión de común acuerdo.
Desde el entorno del DT señalaron que pretendía una reestructuración profunda del plantel; desde la dirigencia, en cambio, surgieron dudas internas por su rendimiento en partidos de eliminación directa, pese a buenas campañas en fase regular.

En un fútbol argentino habituado a la inestabilidad, la coincidencia no pasó inadvertida: tres títulos, tres entrenadores exitosos y tres salidas inmediatas. Motivos diferentes, mismo desenlace. Una postal elocuente de un escenario donde ni siquiera ganar garantiza estabilidad.