A falta de cifras oficiales, un centro de investigación independiente, Al Doualiya, estima que 800.000 libaneses emigraron entre 2012 y 2024.
El papa también llamó a los libaneses a “tomar el camino de la reconciliación” para cerrar las “heridas personales y colectivas”, en un país marcado por las divisiones.
León XIV, que fue recibido en el aeropuerto por el presidente Joseph Aoun -único jefe de Estado cristiano del mundo árabe-, es el primer papa en visitar Líbano desde Benedicto XVI en 2012.
Líbano decretó dos días festivos con motivo de su visita al país y muchos ciudadanos salieron a las calles con la esperanza de ver al papa.
Para llegar al palacio presidencial, la comitiva del pontífice atravesó los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hezbolláh, donde los simpatizantes del movimiento chiita se agolparon en la carretera para darle la bienvenida.
Hezbolláh instó el sábado al papa a rechazar “la injusticia y la agresión” de Israel contra Líbano.
A pesar del alto el fuego alcanzado hace un año, el ejército israelí intensificó sus ataques en el país en las últimas semanas, principalmente en el sur, alegando que su objetivo es el movimiento proiraní.
Sobre la inestabilidad en Oriente Medio, León XIV declaró a bordo del avión papal que la solución de dos Estados es “la única solución capaz de resolver el conflicto” entre israelíes y palestinos.
La Santa Sede reconoce desde 2015 el Estado de Palestina y apoya la solución de dos Estados.