El presidente xeneize volvió a hablar sobre su vínculo iquebrantable con el club.
En una entrevista íntima con el podcast Enfocados, conducido por Jefferson Farfán, Juan Román Riquelme dejó una de las frases más contundentes de su mandato como presidente de Boca Juniors: “Boca puede vivir sin mí, pero yo no puedo vivir sin Boca”. El máximo ídolo del club rompió un extenso silencio mediático y habló desde el vestuario de la Bombonera, donde repasó su carrera y su lazo inquebrantable con el Xeneize.
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Sin profundizar en la actualidad deportiva del club, Riquelme centró la charla en sus vivencias, su identidad boquense y los momentos que marcaron su historia. La conversación con la “Foquita” se transformó en un recorrido emocional por sus años como futbolista y su relación con los entrenadores, los hinchas y la institución.
Riquelme volvió a destacar la figura de Carlos Bianchi, a quien calificó como “el técnico más importante de la historia de Boca”. “Carlos es especial para todos los bosteros. Ganó la Copa Libertadores más de una vez, la Copa del Mundo dos veces. Hizo cosas inolvidables”, recordó Román.
Además, reveló detalles de su vínculo personal con el Virrey: “Me trató de una manera especial. Pasaba por mi habitación cuando no entraba nadie. Tengo una relación más que especial con él”. Bajo su conducción, Riquelme atravesó la época dorada del club y se consolidó como el jugador más influyente de su generación.
Riquelme también repasó su partida al Barcelona, en 2002, un traspaso que calificó como “lindo y raro”. Contó que su intención siempre fue quedarse en Boca, incluso por deseo de su padre. Pero reveló que la decisión final estuvo marcada por un hecho traumático: el secuestro de su hermano.
“Me empujaron a que me vaya. ‘Esta vez te lo devolvemos, pero te tenés que ir’. Y me fui”, confesó. En Cataluña se encontró con Louis van Gaal, quien le advirtió desde el primer día: “Yo no te pedí”. A pesar de eso, Román agradeció la sinceridad del entrenador y aseguró que aprendió mucho en su paso por España.
En otro tramo, Riquelme recordó por qué eligió retirarse en Argentinos Juniors y no en Boca. “No quería jugar contra Boca. Cuando ascendimos, me retiré para no venir a la Bombonera con otra camiseta”, explicó. Y volvió a remarcar su sentido de pertenencia: “Boca es mi vida”.
Consultado por la Copa Libertadores, Riquelme aseguró que la edición 2007 fue la que más disfrutó. “Ese equipo jugaba bien. Hicimos muchos goles. Por culpa de esa Copa la gente me quiere un poco más”, bromeó.
Como presidente, Boca regresará al torneo continental después de dos años. Sobre la obsesión por la séptima, fue claro: “Los jugadores que ganen la próxima Copa, la gente no los va a olvidar”.
Román también eligió su mejor Superclásico: el recordado 3-0 ante River en 2000, en la Bombonera, cuando dejó el histórico caño sobre Mario Yepes.
“El día del caño fue maravilloso. El clásico es algo diferente a todo. Me tocó jugar el Barcelona-Madrid, pero no se compara”, afirmó. Además, destacó la mística del templo xeneize: “La Bombonera es la única cancha del mundo que se mueve”.
Para cerrar, definió lo que significa ganar un Superclásico para Boca: “Le alegrás la vida a la gente. Vos ganás el clásico y lo único que tenés que pagar es la nafta. Después te regalan todo”.