Confianza, determinación y magnetismo: este signo del zodíaco irradia seguridad y deja huella en todo lo que hace.
Entre los doce signos del zodíaco, hay uno que destaca por su seguridad natural, su capacidad para liderar y su determinación inquebrantable. Puede tropezar, pero rara vez duda de lo que vale. Hablamos de Leo, el signo regido por el Sol, símbolo de identidad, brillo y poder personal.
Los leoninos —nacidos entre el 23 de julio y el 22 de agosto— irradian confianza incluso sin proponérselo. No necesitan reafirmarse ante los demás: su sola presencia transmite autoridad y carisma. Son los que suelen tomar la iniciativa, marcar el ritmo de un grupo y defender sus ideas con firmeza, sin miedo al qué dirán.
Según la astrología tradicional, Leo pertenece al elemento fuego, junto con Aries y Sagitario. Pero, a diferencia de ellos, su fuego es constante y estable: representa una llama que no se apaga fácilmente. Esa energía interior le da una sensación de propósito y una identidad sólida que no depende de la aprobación externa.
Además, su planeta regente, el Sol, simboliza el yo consciente, la autopercepción y la expresión genuina. Por eso, cuando un leonino brilla, no lo hace solo por vanidad, sino porque siente que su misión es inspirar a otros con su ejemplo.
Aunque Leo encabeza el ranking, hay otros signos que pisan fuerte en su propio terreno:
Cada uno lo hace a su manera: Aries desde la acción, Capricornio desde la perseverancia, y Escorpio desde el poder interior. Pero Leo sigue siendo el que cree en sí mismo incluso cuando nadie más lo hace.